La Jornada
El G-20, que agrupa a las economías industrializadas del mundo, aprobó la suspensión de pagos de deuda para los países más pobres. El programa arranca el 1 de mayo y se extenderá hasta el 31 de diciembre.
El objetivo es reorientar el gasto para dar soporte a los sistemas de salud frente a la pandemia de Covid-19 y reducir los estragos de una crisis que se prevé la mayor en 90 años.
En la reunión donde participaron los ministros de Hacienda y banqueros centrales, así como representantes de los principales organismos financieros internacionales, se acordó apoyar a los países que están bajo el seguimiento de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) y que resultan en los más afectados.
De acuerdo con el grupo de los 20, tampoco ellos cobrarán por el momento y pidieron a los acreedores privados que, “en términos comparables”, hagan lo mismo. No consignaron qué respuesta han obtenido del capital privado.
La resolución se anunció un par de días después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunciara un alivio de deuda por seis meses y que abarcará a 25 países. Afganistán, Benin, Burkina Faso, República Centroafricana, Chad, Comoras, República Democrática del Congo, Gambia, Guinea, Guinea Bissau, Haití, Liberia, Madagascar, Malawi, Malí, Mozambique, Nepal, Níger, Ruanda, Santo Tomé y Príncipe, Sierra Leona, Islas Salomón, Tayikistán, Togo y Yemen.
Este miércoles, Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, y David Malpass, presidente del Banco Mundial, celebraron la resolución del G-20. “Esta es una iniciativa poderosa y de acción rápida que hará mucho para salvaguardar las vidas y los medios de vida de millones de las personas más vulnerables”, dijeron en una declaración conjunta en la que se comprometieron a vigilar que las economías beneficiadas aprovechen las moratorias.
Durante la reunión, Geogieva recalcó que se desplegará toda la capacidad del FMI, un billón de dólares para apoyar a las economías en riesgo. Pero se buscan “urgentemente” 18 mil millones adicionales para el Fondo de Reducción de la Pobreza y Crecimiento del Fondo y así triplicar el financiamiento a los países más pobres.
Más tarde, en conferencia de prensa, dijo que las previsiones de crecimiento que año con año calcula el Fondo, por primera vez se hacen de la mano de epidemiólogos. Si bien ya advierten una contracción de 3 por ciento en la economía mundial, “podrían empeorar más” si se retrasa el descubrimiento y fabricación de vacunas y tratamiento.
Al recalcar que si bien en todas las regiones del mundo las previsiones en el mundo son malas, en Europa “son tristes”, es África Subsahariana la que está al centro de la prioridades para el alivio de la deuda. “Ya venía mal, será peor”, agregó.