Forbes
Al dar a conocer que el impacto de la pandemia por coronavirus provocará la peor contracción que ha sufrido América Latina desde 1914 y 1930, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que la economía mexicana estará entre las más afectadas, con una caída de 6.5%.
Al presentar las últimas estimaciones, el organismo regional pronosticó que Latinoamérica se contraiga -5.3% para 2020; siendo Venezuela el país con la peor proyección (-18%), seguido Argentina, Ecuador y México, con -6.5% en su PIB al cierre de este año.
“La interrupción de las cadenas de valor impactará con mayor intensidad en las economías brasileña y mexicana, cuyos sectores manufactureros son los mayores de la región. Para el Brasil, se prevé una caída del 5.2% y para México una caída del 6.5%”, apunta el documento sobre las dos principales economías de América Latina.
Lee: Tras 5 meses de retraso, Pemex pretende refinar un millón de barriles en mayo
En una conferencia de prensa virtual, la secretaria ejecutiva, Alicia Bárcena, adelantó “los efectos del Covid-19 generarán la recesión más grande que ha sufrido la región desde 1914 y 1930. Se prevé un fuerte aumento del desempleo con efectos negativos en pobreza y desigualdad”.
América del Sur podría contraerse en -5.2%, debido a la caída de la actividad china; la zona central en -2.3% por la baja en el turismo y actividad estadounidense, que también es fuente de remesas; mientras que el Caribe se contraería en -2.5%.
“El valor de las exportaciones de Centroamérica, el Caribe y México sufrirá el impacto de la desaceleración de la economía de los Estados Unidos. México además se verá golpeado por la caída del precio del petróleo”, precisó en comunicado la Cepal.
Sigue las noticias del mundo de la economía y los negocios en Forbes México
Tras considerar importantes deterioros en los indicadores laborales, donde la tasa de desempleo llegará a 11.5%, un aumento de 3.4 puntos respecto a 2019, y un aumento de 29 millones de personas en situación de pobreza, Bárcena pidió “prepararse para el mundo post Covid-19” con mayor integridad regional.
“La coordinación es crucial para negociar las condiciones de la nueva normalidad, particularmente en una dimensión urgente en la actual crisis y en el mediano plazo: la del financiamiento para un nuevo estilo de desarrollo con igualdad y sostenibilidad ambiental”, concluyó.