El organismo refirió que da seguimiento a las personas que se han recuperado para conocer efectos a largo plazo y los niveles de protección ante otro posible contagio; les recomienda permanecer en casa dos semanas más después de la recuperación.
Como parte de la conferencia global de este miércoles, el doctor Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), reiteró que el desarrollo de una vacuna efectiva y capaz de distribuirse de manera global para combatir la presencia del virus SARS-CoV-2, causante del Covid-19, podría tomar entre 12 y 18 meses, es decir, un promedio de 16 meses a partir de ahora. Sin embargo, anunció que el organismo pretende acelerar este proceso, pero para ello se requiere de mayor apoyo financiero.
“Hemos lanzado una nueva iniciativa el pasado fin de semana con el propósito de acelerar el desarrollo de vacunas de manera que podamos contar con ellas mucho antes de lo que se proyecta y, al mismo tiempo, garantizar el acceso a las vacunas para todo el mundo. Los gobiernos y el sector privado participaron en el lanzamiento y hubo un acuerdo conjunto para acelerar el desarrollo y el acceso. En la OMS sabemos que eso será difícil más no imposible. Sin embargo, una de las cosas importantes que necesitamos para acelerar el desarrollo es la parte financiera. Necesitamos fondos”, enfatizó.
Agregó que se necesita la mayor cantidad de ciudadanos, países, donadores y miembros del sector privado aportando a la iniciativa para el desarrollo acelerado de las vacunas.
Por su parte, el doctor Michael J. Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias, precisó que “incluso en aquellas áreas de gran transmisión, la proporción de personas que han sido detectadas con anticuerpos (de SARS-CoV-2) en la sangre es realmente muy pequeña, lo cual es preocupante porque eso quiere decir que la gran mayoría de las personas permanece vulnerable, así que las oportunidades de que la enfermedad repunte es muy alta, especialmente si las medidas de control y restricción son retiradas rápidamente sin ser reemplazadas por la búsqueda de casos y contagios, rastreo, análisis y un fuerte compromiso de la sociedad”, reiteró.
Si se quiere alcanzar una normalidad en el futuro, explicó, hay países que podrían ser modelos a seguir en términos de comportamiento social libre de prohibiciones impositivas. Explicó que todos los países y sus poblaciones deben asimilar la presencia del virus y replantear los modos de convivencia.
“Si queremos lograr una sociedad en la que no haya restricciones, entonces la sociedad se debe de adaptar a un modo prolongado de tiempo en el que las relaciones físicas y sociales deberán de ser moduladas por la presencia del virus. Tenemos que pedir a los individuos, las familias y las comunidades que hagan todo lo posible en el día a día para reducir la transmisión. Eso implica que ajustemos la manera en la que vivimos”, agregó.
Por último, la doctora Maria Van Kerkhove, secretaria técnica del Programa de Emergencias Epidemiológicas, aclaró que hacer pruebas ayuda a identificar los casos y sus contactos, puesto que esto permite poner en cuarentena a aquellas personas que hayan tenido contacto con individuos confirmados con Covid-19 y así prevenir la expansión.
“Esto es crítico para suprimir la transmisión. Sin embargo, ha habido una confusión cuando hemos dicho ‘hagan pruebas, hagan pruebas y hagan pruebas’. Eso no quiere decir que apliquen las pruebas a todos en la población. No es de esa manera, sino que haya un programa agresivo de hallazgo de casos, que se apliquen pruebas en todos los sospechosos y en sus contactos”, indicó.
Concluyó que si bien no se tiene la cifra exacta de aquellas personas que se han recuperado de Covid-19, se pueden cuantificar en cientos de miles aunque no todavía han llegado al millón. Para ellos que han dado positivo en pruebas pero se han recuperado de los síntomas clínicos, recomendó que permanecer en aislamiento un par de semanas más.
“Estamos trabajando para dar seguimiento a aquellos individuos que se han recuperado y ver cómo están evolucionando, si hay efectos a largo plazo de la infección. Creo que es un aspecto muy importante del estudio de esta pandemia. La mayoría de la gente que se recupera ha estado bien, pero algunas personas tienen efectos y es importante para nosotros documentarlo con mucha seriedad. Queremos saber el grado de protección que tienen ante otra posible infección”, dijo.
El Economista
