a crisis alimentaria en la infancia de México se agravará por el confinamiento obligado ante la emergencia sanitaria por el Covid-19, alertó Christian Skoog, representante de la oficina de Unicef en el país.
Las medidas de confinamiento adoptadas para combatir la pandemia generará una reducción en el ingreso familiar y, por ende, menos dinero para adquirir alimentos y una debilidad alimentaria entre la infancia y la adolescencia”, afirmó el representante de Unicef.
La oficina presentó este jueves, a través de una videoconferencia, el documento “Recomendaciones dirigidas a tomadores de decisiones en México para dar respuesta a la vulnerabilidad alimentaria derivada del Covid-19”.
El panorama en México en materia de nutrición infantil era ya preocupante antes de la pandemia, el 20 por ciento de los hogares padecía de carencia alimentaria, y la población en general estaba gravemente afectada por la triple carga de la mala nutrición.
Antes de iniciar el confinamiento, aproximadamente 15 por ciento de los menores de cinco años padecían de desnutrición crónica, 38 por ciento de los bebés de 12 a 24 meses padecían de anemia, y 36 por ciento de los niños y niñas en edad escolar tenían sobrepeso y obesidad, estas cifras corren el riesgo de aumentar drásticamente”, afirmó Skoog.
El documento está integrado por ocho recomendaciones, dirigidas a la aplicación coordinada entre el Gobierno de México, el sector privado, la sociedad civil y las organizaciones internacionales.
Asegurar alimentación saludable desde el inicio del ciclo de vida; ampliar los programas alimentarios que aseguran la entrega mínima de alimentos sanos y nutritivos a familias de bajos ingresos, son las dos primeras recomendaciones.
En la presentación participaron Lina Pohl, representante de la FAO-México, y Cristián Morales, representante de la OPS/OMS en el país.
Skoog explicó que se deben garantizar la ampliación temporal de los presupuestos para garantizar para aumentar la cobertura en beneficio de un mayor número de familias vulnerables con menores y adolescentes.
Otra recomendación es el fortalecimiento de los programas alimentarios que tiene años de experiencia y una estructura de entrega sólida; también de debe garantizar la calidad nutricional en los apoyos que se entreguen a la población vulnerable y priorizar la entrega que no pongan en riesgo la salud de los beneficiarios.
Excelsior