Excelsior.
WASHINGTON.- El asesor y yerno del presidente Donald Trump, Jared Kushner, dijo no poder garantizar que la elección presidencial se realizará en la fecha prevista debido a la pandemia de coronavirus.Criticado, negó luego estar al tanto de discusiones que sugieran un posible cambio.
La elección está fechada por ley el 3 de noviembre y la Casa Blanca carece de autoridad para cambiarla.
Sin embargo, los dichos de Kushner el martes generaron inquietud en momentos en que Trump y su rival demócrata Joe Biden se lanzan a los últimos seis meses de campaña.
Consultado en una entrevista con la revista Time sobre si se comprometería a decir que la elección se realizará como está previsto, incluso si hay una segunda ola de coronavirus, Kushner dijo:
No estoy seguro de que pueda confirmarlo en uno u otro sentido, pero ahora ese es el plan”.
Esperemos que para cuando lleguemos a septiembre, octubre y noviembre, hayamos hecho suficiente trabajo con las pruebas y con todas las cosas diferentes que estamos tratando de hacer para evitar un brote futuro de la magnitud que nos haría cerrar (la economía) nuevamente”, dijo Kushner, que se desempeña como asesor principal de Trump.
¿RUMOR O POSIBILIDAD?
Aunque aclaró que no dijo que quería un cambio en la fecha y señaló que no es su decisión, sus comentarios fueron tomados por críticos de Trump como una extralimitación.
Poco después, Kushner aclaró en NBC News:
No he estado involucrado ni estoy al tanto de ninguna discusión sobre tratar de cambiar la fecha de las elecciones presidenciales”.
La fecha de las elecciones está bajo escrutinio, dada la interrupción logística masiva causada por el confinamiento por el coronavirus y el riesgo de que los votantes eviten concurrir a centros de votación abarrotados.
Sin embargo, tanto Trump como Biden han dicho que no ven posibilidades de cambios en la fecha.
En la mayoría de las encuestas, Biden marcha por delante de Trump, cuyo primer mandato se ha visto empañado por un juicio político, una investigación de dos años sobre sus vínculos con Rusia y un partidismo político sin precedentes en el país.
Kushner, un acaudalado propietario de bienes raíces, está casado con su hija Ivanka, quien también es asesora presidencial de la Casa Blanca.