La Jornada
Aumenta el riesgo para México de perder el grado de inversión y en ausencia de cambios en la agenda del presidente Andrés Manuel López Obrador, el país se enfila a ser “un ángel caído” a finales de 2021 o inicios de 2022, advirtió el banco de inversión JP Morgan.
En un reporte a inversionistas que tituló “México: riesgos de ángel caído e implicaciones de ventas forzadas”, destacó que el crecimiento estructuralmente bajo, el desplazamiento de la inversión privada, las dilaciones en el sector energético, una respuesta “decepcionante a la pandemia” y el retraso en una reforma fiscal exhaustiva enfilan al país a perder el grado de inversión.
Con el arranque de la pandemia de Covid-19, las tres calificadoras internacionales Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch cambiaron la calificación de la deuda mexicana, esta última la dejó a un grado de terreno especulativo. También la mexicana HR Ratings bajó la nota de riesgo crediticio.
Los riesgos de mayor baja en la calificación se mantienen, advirtió JP Morgan. Sobre todo con las elecciones de junio de 2021 que “deberían vigilarse de cerca, ya que podrían acelerar la caída o provocar acciones más pragmáticas del gobierno”, consideró la institución financiera en un reporte del 28 de mayo.
Detalló que la inclusión de México en los principales índices de bonos globales sólo con grado de inversión dan visos de que el país se enfila a ser un ángel caído –como se conoce a las economías que pierden el aval de las firmas como destino de inversión. “Estimamos que hay 44.3 mil millones de dólares en bonos sensibles a las calificaciones en riesgo”, advirtió.
Agregó que el país arrastra una inercia de bajo crecimiento, “estancado” en un promedio de 2 por ciento y un sistema fiscal para el que no se hicieron grandes cambios en los últimos 20 años. Además de un endeudamiento que despuntó en el gobierno de Enrique Peña Nieto y desde ese momento redujo la inversión.
“México ha luchado para lidiar con las conmociones internas y externas, que van desde el colapso del precio del petróleo de 2014 y sus efectos en las finanzas públicas (…) el gobierno no pudo solucionar el problema real que reside en el vínculo inextricable entre el sector energético (principalmente Pemex) y las finanzas públicas, con una mejora decepcionante en los ingresos fiscales no petroleros”, agregó.
El gobierno actual, al que el banco de inversión califica de “populista”, ha “asustado a la inversión desde finales de 2018, debido a la implementación de políticas erráticas” y gastos específicos a las prioridades del presidente que han hecho de la austeridad una “fachada que funcionó para ofrecer resultados aparentemente positivos”, considera JP Morgan.
JP Morgan espera que la economía mexicana se contraiga 8.4 por ciento este año y la deuda pública total alcance 60 por ciento del PIB. “Incluso con el gobierno agotando los fideicomisos públicos, incluidos los fondos de contingencia”, las firmas de riesgo continuarán las bajas si no hay reforma fiscal después de las elecciones de 2021, advirtió.