La Jornada
A partir del lunes empezarán de forma escalonada las actividades en los negocios que son considerados no esenciales en la Ciudad de México, entidad que enfrenta el mayor número de contagios por Covid-19 en el país y se mantiene en semáforo rojo.
Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno capitalino, afirmó que se logró controlar la pandemia, y si bien la ocupación hospitalaria se mantiene en 68 por ciento, hay otros indicadores que permiten entrar a un proceso de transición gradual y ordenada hacia el color naranja entre el 15 y 28 de junio, lo cual se platicó con el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, y se trabaja con el estado de México para que se unifique en un plan metropolitano.
Esto implica que a partir del lunes finaliza el programa Hoy no Circula ampliado y empieza la apertura de las estaciones del Metro y del Metrobús que habían sido cerradas; asimismo, el martes reanudarán labores 340 mil trabajadores de la industria manufacturera y tendrán cuatro días laborales; el jueves abrirá el comercio menor en barrios y colonias, sin incluir las estéticas ni peluquerías, así como tampoco los del Centro Histórico, tiendas departamentales ni las plazas comerciales.
El viernes 19 de junio tocará el turno de los servicios profesionales, científicos y técnicos, sin incluir a los corporativos, los cuales deberán mantener el trabajo desde casa.
Destacó que si no hay un cambio mayor en el comportamiento de la pandemia la semana siguiente se incorporarían otras actividades: para el lunes 22 de junio se instalarían tianguis, el martes abrirían los comercios del Centro, el miércoles los hoteles a 30 por ciento y restaurantes a 40; el jueves, centros comerciales y tiendas departamentales a un tercio y el domingo 28 de junio los servicios religiosos.
Sheinbaum explicó que las empresas que reanudan labores deberán cumplir con 10 reglas básicas, entre ellas la aplicación de pruebas PCR a 5 por ciento de su personal cuando cuenten con más de 30 empleados, el escalonamiento de horarios y días laborales, así como facilitar a la población vulnerable permanecer en casa.
Consideró que esto no indica que se relajen las medidas de emergencia, sino se construye un proceso donde se pueda mantener el control de la pandemia y al mismo tiempo permitir que algunas actividades se desarrollen con el apoyo del programa de contención de contagios.
La mandataria capitalina aseguró que se medirá el impacto de cada acción diariamente para hacer los ajustes que se requieran; si baja la ocupación hospitalaria a menos de 65 por ciento, se pasará al semáforo de color naranja, tal como se estableció. Estamos esperando que en los próximos días sigan disminuyendo los contagios, si en estos 15 días no ocurre y comienza a aumentar, aunque sea reflejo de las dos semanas anteriores, podríamos cambiar las decisiones que estamos tomando.
Detalló que ahora la ocupación hospitalaria es de 68 por ciento, por lo que hay disponibles mil 223 camas generales y 867 de terapia intensiva, pero la próxima semana se ampliará la capacidad.