Excélsior
n esta pandemia, el personal médico que está en el frente de batalla también enfrenta a otros enemigos.
La Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), el Instituto Nacional de Psiquiatría, el Hospital Fray Bernardino Álvarez y otras instituciones habilitaron una línea de atención en salud mental exclusiva para ellos.
Ante sus largas jornadas de trabajo y el estrés en esta emergencia, médicos, enfermeras, anestesiólogos y trabajadores sociales están más expuestos al tabaquismo, al consumo excesivo de alcohol y a la automedicación.
“Dentro del cuidado que estamos brindado a los colegas está hacer prevención para que no beban de más y no se automediquen, invitándolos a grupos de catarsis vía Zoom, como se hace todo hoy, sicoterapia virtual. Es algo que ya se está atendiendo”, explicó a Excélsior Gady Zabicky, titular de la Conadic.
Ante el riesgo latente de que el semáforo siquiátrico entre el personal de salud se ponga en rojo, en medio de la pandemia de covid-19, instituciones como la Comisión Nacional contra las Adicciones, el Instituto Nacional de Psiquiatría y el Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez, cuentan con una línea de atención en salud mental, exclusiva para los profesionales del área de la salud.
“Hemos notado lo durísimo que es el trabajo de los compañeros que están ahora sí que en la línea de fuego de la pandemia; nos hemos puesto a atender a sus necesidades de salud mental y diría que sí hay cierto consumo de sustancias; sigue habiendo tabaquismo en los médicos y abuso de alcohol y estamos tratando de remediar esta situación de manera muy intensa.
“Dentro de este cuidado que estamos brindado a los colegas está incluido el hacer prevención para que no beban de más y para que no se automediquen, invitándolos a grupos de catarsis vía Zoom, como se hace todo lo de hoy, sicoterapia virtual, es algo que ya se está atendiendo”, informó Gady Zabicky, comisionado nacional contra las adicciones.
Durante una entrevista con Excélsior, el médico siquiatra especialista en drogas, explicó que los profesionales de la salud, incluyendo a médicos siquiatras, odontólogos, anestesiólogos, y trabajadores sociales son un área sobrepresentada en el consumo de sustancias adictivas, lo que significa que tienen más uso de éstas, si se les compara con la población en general.
“Estamos hablando de entre un 2 o 3 por ciento de variabilidad; estamos tratando de adelantarnos un poco a lo que podemos más o menos predecir; cuando el semáforo epidemiológico esté en verde, probablemente el siquiátrico esté en rojo. Será diferente el dato de sobrepresentación de los médicos en consumo de sustancias antes que después de la pandemia”, dijo.
Si bien, aclaró que el consumo problemático de sustancias obedece a una situación multifactorial, refirió que el personal de salud enfrenta un riesgo de exposición mayor a causa de su propio trabajo, que implica, entre otras situaciones, largas jornadas de trabajo y un elevado nivel de estrés.
“Hay pocas personas que estamos sujetos a guardias y a esquemas de 24 por 24 horas y a tener que estar despiertos en la noche y por el día; son pocas las actividades de ese tipo como en el caso de la medicina. El nivel de estrés asociado (en otras profesiones) no se parece al de un anestesiólogo, ginecólogo o siquiatra que está enfrentando una responsabilidad inmensa paciente tras paciente, entablando un vínculo ético y jurídico médico”.
“De todo el gremio, los anestesiólogos preocupan particularmente; estos profesionales trabajan en horarios tremendos, con un estrés tremendo y tienen en sus manos esas cajitas como de pescar que llevan para todos lados, con sustancias súper potentes con las que conviven todo el tiempo, incluso, se exponen a gases con los que trabajan y demás. No todos los años, pero frecuentemente, los odontólogos son los que más suicidios intentan”, ejemplificó.
De acuerdo con el estudio Consumo de alcohol y drogas en personal de salud: algunos factores relacionados, el tipo de ocupación tiene una gran influencia en los niveles de consumo. Hay mayor riesgo, por ejemplo, entre aquellos que producen o comercian con alcohol o con drogas, así como los empleos que provocan altos niveles de tensión o estrés.
Entre los factores de riesgo en relación con este consumo entre personas que laboran en el área médica señala una tendencia mayor de estrés cuanto menor es la edad.