La Jornada
Aunque la pandemia por Covid-19 propició una pausa en el flujo migratorio, es previsible que los poco más de 20 mil migrantes, quienes han solicitado refugio a México en lo que va del año permanezcan en el país.
Lo anterior se debe principalmente a las restricciones fronterizas –de seguridad y sanitarias– impuestas por Estados Unidos y países de Centroamérica, dijo a La Jornada el director de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), Andrés Ramírez.
En el contexto de la conmemoración del Día Mundial del Refugido, Ramírez hizo un llamado a fortalecer la solidaridad y empatía con los extranjeros, especialmente con los que huyen de su país, víctimas de situaciones de represión y violencia generalizada. En estos grupos hay cada vez más niños y mujeres, informó.
La cantidad de refugiados que ha llegado se ha disparado enormemente, señaló el funcionario, al explicar que esta comisión recibió en todo 2013, mil 296 solicitudes y el año pasado 70 mil 609 peticiones, cifra sin precedente; ello colocó a México como el octavo país, a escala mundial, en cuanto a la apertura de esos procedimientos.
Durante el primer trimestre de 2020, todavía sin los efectos de la pandemia en la región, hubo un incremento de 34 por ciento respecto al mismo periodo de 2019.
Si no hubiera habido pandemia, esto apuntaba a un incremento notable respecto (por encima del récord) de 2019, informó.
Y ya con la emergencia sanitaria, en abril el nivel de solicitudes de refugio cayó 86 por ciento y en mayo pasado 82 por ciento, especialmente por los cierres de frontera en Honduras, Guatemala y El Salvador.
Si el comparativo se hace de los primeros cinco meses del año, la baja fue de 27 por ciento; ahora los acumulados mensuales rondan los mil expedientes, tendencia que se conserva en la primera quincena de junio.
Por tanto, la suma del primer semestre del año será de unas 20 mil 300 solicitudes, indicó.