Animal Político
En los primeros 18 meses de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador fueron asesinadas 53 mil 628 personas en México, entre ellas, más de 5 mil 800 mujeres y mil 800 niños y adolescentes. En promedio, son casi 100 personas asesinadas todos los días en el actual sexenio.
Es el primer año y medio de gobierno más violento en lo que va del siglo. La tasa de asesinatos duplica, por ejemplo, a la registrada en mismo periodo de Felipe Calderón, y es 55% más alta que con el expresidente Enrique Peña Nieto.
Pero comparaciones más recientes también prueban el avance de la violencia en México. Los homicidios de hombres, mujeres y niños son más altos que en el año y medio previo a la llegada de AMLO. Y en este mismo sexenio, de 2019 a 2020, la violencia homicida sigue subiendo aun cuando desde hace rato se ubica en niveles récord.
En el que se prometió que sería el periodo de los “abrazos no balazos” y donde, según el presidente, “la guerra había terminado”, 7 de cada 10 asesinatos se han cometido con armas de fuego. Al menos 60% de los crímenes están vinculados con las actividades del crimen organizado y, sobretodo, con sus disputas territoriales.
Hay seis estados que concentran la mitad de los asesinatos, pero el epicentro de la violencia es Guanajuato, entidad donde los homicidios se han quintuplicado, y donde igual son asesinados policías, estudiantes, mujeres embarazadas y niños en ataques con armas y hasta con granadas.
Ni el despliegue de la Guardia Nacional, ni la legalización de las fuerzas armadas en la calle y la nueva estrategia de seguridad han evitado que la violencia crezca. Tan solo este año han sido asesinados policías, militares, jueces y también legisladores. El gobierno ha fallado en capturar a líderes criminales y a uno, el hijo de “el Chapo” Guzmán, tuvo incluso que liberarlo.
La violencia podría ser peor de lo que marcan los registros oficiales. Prueba de ello es la última actualización de las cifras de homicidios dolosos realizada el 20 de junio, donde “aparecieron” 172 homicidios en enero de 2020 que no fueron reportados en su momento, modificación que excede por mucho a los ajustes normales que mes a mes se hacen.
El parte de la violencia
De acuerdo con las cifras actualizadas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de diciembre de 2018 a mayo de 2020 – los primeros 18 meses del actual sexenio – fueron asesinadas 53 mil 628 personas en México. Un promedio de 98 homicidios todos los días.
Entre las víctimas figuran 5 mil 811 mujeres, que representan un promedio de 11 mujeres asesinadas al día (incluyendo casos de homicidio y feminicidio). También hay 1 mil 807 menores de 17 años entre las víctimas, que equivalen a tres niños o adolescentes asesinados cada 24 horas.
En los registros oficiales aparecen 10 mil 430 casos donde no se conoce con precisión la edad de la víctima, y 1 mil 308 donde no hay claridad de su sexo (algunos casos corresponden a restos en fosas clandestinas).
La violencia homicida se ha incrementado. En el mismo periodo de año y medio previo al que lleva AMLO, es decir de diciembre de 2016 a mayo de 2018, se registraron 45 mil 581 asesinatos. Se trata de 8 mil homicidios por debajo de los que van en los 18 meses de este sexenio. La tasa de asesinatos entre ambos periodos creció de 36.9 a 42.5 casos por cada cien mil habitantes.
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En ese lapso crecieron los asesinatos de hombres, pero también los de mujeres, que pasaron de 5 mil 17 a 5 mil 811, y los de menores que ascendieron de 1 mil 788 a 1 mil 807.
En comparación con el arranque de los otros tres sexenios, el de López Obrador también es el más violento. Ello se advierte a revisar los datos de carpetas de investigación/averiguaciones previas iniciadas por homicidio doloso, que es el registro del que hay datos disponibles desde 1997.
La estadística muestra lo siguiente: en los primeros 18 meses de este sexenio se han iniciado 44 mil 82 carpetas por homicidio doloso, una tasa de 35 casos por cada cien mil habitantes. Esto equivale a un incremento del 55% respecto a la tasa de 22.4 casos registrada en el primer año y medio del gobierno de Peña Nieto; un alza del 137.6% sobre la tasa de 14.7 homicidios con Felipe Calderón; y de 72.5% sobre la tasa de 20.3 homicidios en el arranque de Vicente Fox.
Dentro del propio periodo del gobierno presidente López Obrador también se aprecia un incremento de la violencia. Mientras que de enero a mayo de 2019 se registraron 14 mil 576 asesinatos, en el mismo lapso de este año ya van 15 mil 16 casos. La tasa pasó de 11.57 a 11.81 víctimas por cada cien mil personas.
Las zonas de guerra
Hay seis estados en donde se concentran prácticamente la mitad de los más de 53 mil asesinatos registrados con López Obrador. Guanajuato lidera la lista con 5 mil 745 víctimas en el periodo. Esto significa que tan solo en dicha entidad han ocurrido, al menos, 1 de cada 10 de los asesinatos reportados en todo México.
Le siguen el estado de México que suma 4 mil 337 víctimas de homicidio; Baja California con 4 mil 285; Jalisco con 3 mil 998; Chihuahua con 3 mil 856 homicidios dolosos; y Michoacán con 3 mil 271.
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Colima es un caso especialmente grave pues registra 312 homicidios en el primer año y medio de este sexenio, por debajo de otros estados. Sin embargo, al tratarse de una entidad con poca población, su tasa de homicidio dolosos se dispara hasta 144.5 casos en el periodo, la más alta del país.
A nivel regional y municipal el gabinete de seguridad ha identificado 20 puntos en donde se registran las mayores tasas de violencia. Ahí se han enfocado los despliegues de la Guardia Nacional y de otras fuerzas de seguridad. Sin embargo y pese a ello, la violencia no cede.
De esos 20 puntos, en 12 ha crecido la tasa de asesinatos en 2020 en comparación con 2019. Hay casos dramáticos como el de Celaya, Guanajuato, donde la tasa se duplicó de 15 a 35.4 homicidios, o el de Zamora, Michoacán que se disparó de 12.4 a 42.3, o el de Cajeme, Sonora, que creció de 18.9 a 34.3.
El gabinete de seguridad estima que el 60% de los homicidios en México están ligados al crimen organizado, pero en las zonas de mayor violencia como Guanajuato o Jalisco, el cálculo es de hasta un 80%. La guerra por territorios entre grupos criminales es uno de los principales motores de esta violencia
El gobierno ha implementado acciones para tratar de capturar a líderes de estos grupos pero han fallado.
Un ejemplo fue el fallido operativo del 17 de octubre de 2019 en el cual se detuvo, por algunos minutos a Ovidio Guzmán, uno de los hijos de Joaquín “el Chapo” Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa. Sin embargo, las fuerzas de dicho grupo criminal sobrepasaron a las oficiales e incluso tomaron de rehenes a militares.
El presidente López Obrador terminó por ordenar la liberación del criminal y aun así se registraron 13 muertos.
Otro ejemplo son los distintos intentos infructuosos por detener a “El Marro”, líder del Cártel Santa Rosa de Lima en Guanajuato. Especialistas indican que esto propició el fortalecimiento de grupos rivales en el estado como el Cártel Jalisco Nueva Generación, lo que ha recrudecido los enfrentamientos en el estado.
Saldos del terror
En el año y medio que va del actual gobierno se han registrado episodios de extrema violencia, similares a los de sexenios pasados.
Los multihomicidios han sido frecuentes. Entre ellos figuran, por ejemplo, el asesinato de 29 personas en el bar “Caballo Blanco” en Coatzacoalcos, Veracruz, que fue atacado a balazos y luego incendiado el 28 de agosto de 2019; la masacre en una fiesta en Minatitlán, Veracruz el 13 de abril de ese año que dejó 13 muertos, entre ellos un niño; o el reciente homicidio de siete personas en otra fiesta en Tierra Blanca, Veracruz, el 30 de mayo de 2020.
En Guanajuato los homicidios se cuentan por decenas casi todos los días. Solo por citar los casos más recientes: el asesinato a balazos de ocho jóvenes en Apaseo el Alto el 19 de mayo; el crimen de 4 estudiantes agredidos a balazos en un taller en Celaya y la masacre de diez jóvenes en un centro de rehabilitación en Irapuato ambos el 6 de junio; o el reciente homicidio de 6 integrantes de una familia, entre ellos una niña y una joven embarazada, también en Celaya, el 18 de junio.
La violencia también alcanza a las fuerzas de seguridad. De acuerdo con conteos de organizaciones como Causa en Común, en lo que va del año han sido asesinados 240 policías, que se suman a otros 466 policías asesinados en 2019.
Guanajuato es la entidad con más policías asesinados. El último caso fue el asesinato de tres policías municipales el 11 de junio en Silao. Pero también se registran casos de alto impacto en otros estados como el reciente homicidio del jefe de la Policía de Zamora, Michoacán, y un comandante de esta el 17 de junio.
Uno de los peores crímenes en contra de las fuerzas de seguridad fue la emboscada a un convoy de la policía de Aguililla, Michoacán el 4 de octubre de 2019. Al final 13 policías perdieron la vida.
La violencia también ha alcanzado a otras autoridades. Entre los casos recientes está el asesinato de un juez federal y su esposa el pasado 16 de junio en Manzanillo, Colima; o el feminicidio de una diputada local en ese mismo estado cuyo cuerpo fue encontrado en una fosa a principios de junio, semanas después de haber sido secuestrada.
Los asesinatos de mujeres por cuestiones de género, es decir los feminicidios, han sido numerosos. Entre ellos destaca el de Ingrid Escamilla, joven asesinada el 9 de febrero en Ciudad de México. La violencia de su asesinato y la exhibición de las imágenes generaron conmoción y desataron varias movilizaciones de protesta.
Pero la violencia contra la mujer ha continuado. En pleno 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la estudiante de la Universidad Iberoamericana Nadia Verónica fue asesinada en Salamanca, Guanajuato.
¿Subregistro oficial?
En años anteriores organizaciones ciudadanas han cuestionado la precisión de las cifras oficiales reportadas por los estados al SESNSP. Se llegaron a documentar casos como el de Veracruz, en el gobierno de Javier Duarte, que no reportó más de 200 homicidios en un año, añadiéndolos al registro en meses posteriores.
La actual administración del SESNSP realizó el año pasado una auditoría a los registros de diversos estados y la forma en como reportan los delitos. Los resultados no se han hecho públicos, pero autoridades con conocimiento del proceso indicaron a Animal Político que se han encontrado anomalías importantes.
En cada actualización mensual se hacen revisiones a las cifras de periodos anteriores y en el caso de los homicidios con frecuencia hay ajustes que van de dos o tres homicidios hasta 20 o 30 de ellos. Sin embargo, en la última actualización publicada este sábado 20 de junio se aprecia una modificación significativa.
De acuerdo con dicha actualización, en enero de 2020 se registraron 2 mil 991 víctimas de homicidio doloso. Sin embargo, previo a esta nueva publicación la cifra para ese mes era de 2 mil 819 asesinatos. Es decir, se trata de 172 asesinatos nuevos que no habían sido reportados hasta ahora.
Con este cambio se revierte además el presunto descenso en los homicidios que originalmente reportaron las autoridades federales en el arranque del año.