México, de campeón a paria de las energías renovables en menos de dos años

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Forbes

En menos de un año y medio, México abandonó su estatus de campeón regional en energías renovables para perseguir la soberanía energética basada principalmente en los combustibles fósiles, un objetivo que, en la práctica, pretende el rescate y regreso dominante de las empresas estatales.

Mientras el mundo experimenta una transición energética para reducir el uso de fuentes contaminantes, en un intento político y técnico para limpiar el consumo eléctrico de industrias y hogares a nivel internacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha basado su discurso político en recuperar las viejas glorias de los monopolios energéticos que intentó sepultar el gobierno priista de Enrique Peña Nieto con su Reforma Energética.

En el caso eléctrico, aunque ya existían modelos de participación privada, los cambios constitucionales instalaron un esquema que detonó costos de generación tan bajos que establecieron marcas internacionales: las subastas eléctricas de largo plazo.

El interés de gigantes energéticos, como la italiana Enel o la francesa Engie en México, no es casualidad. Un 85% del territorio nacional es óptimo para proyectos de energía solar, además de una oportunidad para que México se convierta en la séptima potencia mundial en esta materia.

En el caso de la energía que se produce con el viento, nuestro país cuenta con un potencial de 50,000 MegaWatts (MW), cifra superior al pico de demanda eléctrica del país.

Pero el presidente ha rechazado y desestimado los datos duros sobre cualquier tema energético que no se alinee con su agenda, y en el camino, ordenó al Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) la cancelación de la cuarta subasta eléctrica, en diciembre de 2018.

Incluso antes de aspirar formalmente a la presidencia, López Obrador criticó a las energías renovables desde una perspectiva insospechada por la industria: la estética.

En enero de 2015, durante una gira por el norte del país, el político tabasqueño criticó la instalación de infraestructura eléctrica en la región de la Rumorosa, en el municipio de Tecate, Baja California.

“Esa zona natural, única, extraordinaria que deberían de cuidar, ya ahora instalaron ventiladores para generar energía eólica. Eso es un absurdo. Por beneficiar a unos cuantos se afecta un área natural. ¡Qué cosa más bella que la rumorosa! ¿Por qué no cuidarlo?”, declaró.

Ahora como titular del poder ejecutivo, el rescate de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha sido una de sus prioridades, aunque eso implique una cruzada legal en contra de la iniciativa privada.

El último encontronazo ha ocurrido en plena contingencia sanitaria por la pandemia de covid-19, ya que las autoridad federal decidió limitar la operación de las centrales de generación de energía eléctrica por fuentes eólicas y solares.