Los feminicidios en un contexto indígena son doblemente invisibilizados en Oaxaca, al contar con condiciones de precariedad, la justicia no llega a las comunidades indígenas, en donde los reflectores de los medios de comunicación y de la opinión pública tampoco se hacen presentes.
Las mujeres asesinadas en las comunidades indígenas se convierten en muertes silenciadas, como es caso del feminicidio de madre e hija registrado esta semana en la Agencia Municipal de Xochitonalco, en Huautla de Jiménez.
Y es que pareciera que no es suficiente que el simple hecho de ser mujer representa un peligro en nuestro país, el cual se agrava si la mujer pertenece a una comunidad originaria, pues la propia organización de gobierno, la poca preparación de las autoridades, hacen dar “carpetazo” a los casos de feminicidios en este contexto. La situación se agrava cuando una mujer indígena acude al ministerio público a denunciar un acto de violencia no cuenta con los conocimientos básicos de sus derechos.
De acuerdo al Estudio Nacional sobre Violencia de Género contra Mujeres en Regiones Indígenas realizado por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en México, detalla que la violencia contra mujeres indígenas incluye diversos tipos de maltrato, exclusión, discriminación y agresión reconocidos en los marcos de derechos humanos.
En este sentido, la legisladora Elisa Zepeda, quien preside la Comisión de Justicia del Congreso local, refirió que este tipo de crímenes no deben permanecer impunes por parte de las autoridades. “Es lacerante ver la saña y la violencia extrema contra las mujeres, el castigo a sus agresores debe ser ejemplar, me sumo a la exigencia de justicia para Julia y Virginia”.
La Diputada de Morena se manifestó para que se realicen las indagatorias con perspectiva de género, se recaben los datos de pruebas necesarias para dar con el paradero de quien o quienes hayan perpetrado este cobarde doble asesinato y lograr el ejercicio de la acción penal”.
La diputada de Morena, indicó que la violencia por ningún motivo puede quedar como un asunto privado, debe atenderse desde la agenda pública, la violencia de género no puede quedar impune, porque pone en riesgo la vida de todas las mujeres oaxaqueñas.