Con la finalidad de frenar los modelos agroindustriales que acaban con la enorme variedad de recursos de la naturaleza y con el modo de vida campesino, el Congreso oaxaqueño exhortó a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión a suspender el proyecto de dictamen que reforma la Ley Federal de Variedades Vegetales, para que el sector agrícola del país se informe de manera amplia y participe de manera activa en la discusión, a través de un esquema de Parlamento Abierto.
En este sentido, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, el diputado Horacio Sosa, recordó que en este momento hay una lucha planetaria entre los grandes capitales transnacionales, que buscan apropiarse de cuanto pueda generarles ganancias, “y por el contrario quienes tenemos la convicción de que es necesaria la existencia de recursos comunes que deben pertenecer a la humanidad, y garantizarse el acceso universal a ellos. Es el caso de las semillas”.
El legislador de Morena detalló que el dictamen de la Ley Federal de Variedades Vegetales despojaría a las comunidades campesinas e indígenas de sus semillas, la base de la vida y primer eslabón de la agricultura, pues las privatiza y mercantiliza. Las y los campesinos tendrían que pagar para usarlas, cultivarlas y multiplicarlas.
De igual forma, criminalizaría a las y los campesinos por conservar, guardar e intercambiar semillas y protegería los derechos de las transnacionales por encima de los derechos campesinos, y pondera la propiedad intelectual sobre el derecho al uso de la semilla. Y lo más grave, establece multas y penas de cárcel por intercambiar, guardar o reproducir semillas, algo que las y los agricultores de Oaxaca han hecho por cientos de generaciones y que es lo que ha generado toda la agrobiodiversidad existente hoy en día.
“Como militantes del cambio, tenemos la obligación de revisar un proyecto que ha sido señalado de atentar contra los derechos de las y los campesinos y de los pueblos indígenas. Como oaxaqueñas y oaxaqueños, además, tenemos que observar de cerca ese dictamen, no sólo en sí por la trascendencia que tendrá para el futuro de nuestro país y de nuestro estado”.
Finalmente dijo que se pone en riesgo el futuro de las y los mexicanos, apoyando la concentración del mercado semillero en las manos de unas pocas empresas transnacionales. Recordó que una sola empresa, Bayer-Monsanto, controla 33% del mercado mundial de semillas.