La Jornada
La reapertura de pubs en Inglaterra, después de más de tres meses de confinamiento, provocó desmanes y situaciones “peligrosas” en la noche del sábado, y hace temer un rebrote de la epidemia del nuevo coronavirus.
“La muchedumbre empezó a llegar hacia las 13 horas y rápidamente todo quedó fuera de control” relata Rafal Liszewski, la gerente de una tienda en una de las calles más animadas del barrio londinense de Soho.
“A las 20H-21H, había una verdadera fiesta callejera, con gente que bailaba y bebía” declara la mujer de 36 años a la agencia británica PA, y añade que “nadie llevaba mascarilla” y era “físicamente imposible” respetar la distancia social.
Solamente en Inglaterra, los pubs, hoteles, peluquerías, cines y museos volvieron a abrir el sábado, una medida considerada demasiado prematura por las demás provincias británicas, que adoptaron su propio calendario de desconfinamiento.
En efecto, los pubs de País de Gales y Escocia prevén abrir parcialmente dentro de unos diez días.
Este Super Saturday, muy esperado por los ingleses, muy aficionados a sus pubs, suscitaba preocupación. El primer ministro Boris Johnson había recordado que era “absolutamente vital que todo el mundo respete las reglas en materia de distancia social”.
Reino Unido es el país de Europa más afectado por la pandemia, con más de 44 mil muertos.
Los propios pubs impusieron toda una serie de medidas para reducir los riesgos sanitarios, como el servicio de mesa más que en el bar, la señalización específica, la distancia física, el porte de mascarilla y guantes para los empleados, además de proporcionar gel hidroalcohólico.
“Desnudos” y “borrachos iracundos”
Sin embargo, el domingo por la mañana varias fotos de alcoholizados y de personas ajenas a las consignas sanitarias inundaron las redes sociales y los diarios.
Una imagen tomada por un fotógrafo de la AFP en una calle de Soho muestra a varias personas cayendo unas sobre otras.
“Soho se transforma en una gigantesca fiesta callejera, donde los bebedores ignoran las normas de distancia social” titula el semanario Sunday Mirror.
En el Devon y en Cornualles, la policía local explicó en un tuit haber tratado más de mil llamadas durante la noche, “la mayoría vinculada al consumo de alcohol”.
“Está claro como el agua cristalina que gente borracha no puede ni va a mantener la distancia social” denunció en un tuit John Apter, presidente de la Federación policial.
Un policía, de servicio el sábado por la noche en Southampton (sur de Inglaterra) cuenta que pasó la noche tratando de apaciguar a “hombres desnudos, a borrachos felices y a borrachos iracundos” que se libraban “batallas”.
Varios pubs tuvieron que cerrar sus puertas ante el masivo flujo de clientes, como el “Red Lion” en Rotherham (centro de Inglaterra). El establecimiento explica en Facebook que tuvo que llamar a la policía ya que rápidamente se vio “literalmene inundado por decenas de consumidores” después de que las fuerzas de seguridad cerraran otros pubs de los alrededores, con lo que se generó una situación “peligrosa”.
Interrogado el domingo en Sky News, el ministro de Salud Matt Hancock matizó: “Según lo que yo he visto, e incluso si hay imágenes que muestran lo contrario, la gente ha actuado muy mayoritariamente de forma responsable”.
El ministro se declaró “globalmente satisfecho” por la manera en que se desarrolló el “Super Saturday”, y prometió adoptar medidas contra “la minoría que viola las normas”.
Según las previsiones del círculo de reflexión CEBR, la reapertura de pubs debía congregar este fin de semana a unos 6.5 millones de clientes y generar 210 millones de libras (EUR 233 millones, USD 266 millones).