La Jornada
Nuevos cargos federales fueron presentados en Nueva York en el caso contra Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública de México entre 2006 y 2012, incorporando ahora a dos de sus ex subordinados más cercanos: Luis Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño García, todos acusados de recibir sobornos multimillonarios a cambio de permitir operar de manera impune al cártel de Sinaloa.
García Luna y sus coconspiradores enfrentarán la justicia por delitos que involucran la importación y distribución de cantidades masivas de drogas peligrosas a Estados Unidos, anunció Seth DuCharme, fiscal federal interino para el distrito este de Nueva York.
Según las acusaciones ya registradas y ahora ampliadas contra García Luna, se le acusa de que entre 2001 y 2005, cuando encabezaba la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), y de 2006 a 2012, como secretario de Seguridad Pública, aceptó “millones de dólares en sobornos del cártel de Sinaloa a cambio de otorgar protección para sus actividades de tráfico de drogas”.
Esta acusación formal ahora incorpora a Cárdenas Palomino y Pequeño García, al afirmar que como altos funcionarios de seguridad pública, trabajando bajo el mando de García Luna, también aceptaron millones en sobornos del mismo cártel y con ello facilitaron el transporte e ingreso de toneladas de cocaína y otros enervantes ilícitos a Estados Unidos.
De acuerdo con la nueva formulación de cargos por un gran jurado y registrada ayer ante el tribunal del distrito este de Nueva York –el mismo donde se enjuició y condenó a Joaquín El Chapo Guzmán Loera–, los dos nuevos acusados, junto con su ex jefe, abusaron de sus puestos para asegurar el transporte de drogas por el cártel de Sinaloa, ofrecerle información delicada sobre investigaciones y datos sobre bandas rivales.
Los nuevos cargos también afirman que los acusados colocaron a otros funcionarios corruptos en puestos de poder en zonas de México bajo control del cártel de Sinaloa.
Si es condenado, García Luna enfrentará una sentencia mínima de 20 años de cárcel y hasta una de cadena perpetua. Cárdenas Palomino y Pequeño García enfrentan una condena mínima de 10 años y un máximo de cadena perpetua.
Los dos nuevos acusados se consideran ahora como prófugos de la justicia de Estados Unidos.
El fiscal DuCharme afirmó que “durante casi dos décadas, García Luna traicionó a aquellos que había jurado proteger al aceptar sobornos del cártel de Sinaloa para facilitar sus delitos y empoderar a su empresa criminal”. El ex funcionario fue arrestado en Dallas el pasado 9 de diciembre y está encarcelado en Nueva York en espera de juicio.