Los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) reportaron este viernes 7 de agosto, 160 nuevos casos de COVID-19, con lo que suman 11 mil 485 los contagios; en cuanto a fallecimientos, se llegó a las mil 035 pérdidas fatales, 10 más en comparación al corte epidemiológico de ayer.
La subdirectora de Innovación y Calidad de los SSO, Rosa Lilia García Kavanagh, en representación del titular de la dependencia, Donato Casas Escamilla, señaló que al día de hoy nueve mil 746 personas lograron recuperarse de la enfermedad infecciosa.
Así también, informó que 917 pruebas están en espera de resultados por laboratorio. Y respecto a la atención médica, señaló que se tiene el 48.9% de ocupación hospitalaria.
Añadió que la región de Valles Centrales contabiliza 492 casos activos, la Mixteca presenta 60, seguido del Istmo y Tuxtepec que contabilizan 43 cada una; así también la Costa registró 49 y la Sierra (Norte) 17 pacientes.
Confirmó que en total existen 704 personas que cursan en estos momentos el padecimiento respiratorio, por lo que advirtió que en el territorio oaxaqueño la patología vírica se encuentra aún en etapa activa.
La funcionaria agregó que las localidades con el mayor número de contagios reportados este viernes son: Oaxaca de Juárez con 52 casos y San Juan Bautista Tuxtepec con 21 diagnósticos nuevos.
Subrayó que los desechos sanitarios como: cubrebocas, pañuelos desechables, chicles, cepillos dentales, guantes, colillas de cigallo, botes de medicamento, deberán ser embolsados de preferencia con material biodegradable, sellados y separados del resto de la basura.
Además, recomendó rociar la bolsa por dentro y por fuera con solución desinfectante (se puede utilizar una concentración de etanol del 70% o cuatro cucharadas de cloro por un litro de agua), y escribir con marcador permanente “Residuos sanitarios”, así como someterlos a una cuarentena mínima de cinco días, antes de entregarlo a cualquier empresa de recolección de basura, por seguridad de las personas que realizan esta labor.
Finalmente pidió a la población no tirar en la vía pública los cubrebocas, tanto los desechables como los caseros, con el fin de no contaminar el medio ambiente y evitar focos de contagios de la patología vírica.