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El consumo de refresco o bebidas azucaradas no ha disminuido pese al Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS), por el contrario tuvo un crecimiento de 1.7% de enero a septiembre de 2016 comparado con el mismo periodo de 2015. Organizaciones como el Poder del Consumidor ha señalado que este tipo de bebida no solo se asocia con enfermedades como diabetes, sino que también se relacionan con enfermedades cardiovasculares. México ocupa el primer lugar en el consumo de este tipo de bebidas, ya que en la cultura mexicana “una comida sin refresco, no es comida”.
Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, dijo al medio día de este viernes que analizarán junto con los diputados la posibilidad de prohibir la venta de refrescos y productos chatarra con grasas saturadas y altos en azúcares a niños como ocurrió en Oaxaca.
“Es una medida que vamos a revisar”, dijo en su conferencia de prensa al ser cuestionada si su Gobiernos replicar la medida aprobada en Oaxaca. “Lo evaluaremos con diputados y diputadas”, agregó.
“No es buena noticia que México sea el número uno en consumo de refrescos, lo que genera comorbilidades. Nuestra población tiene que ir a una vida mucho más saludable y eso está asociado a una alimentación mucho mas nutritiva la disminución en el consumo de refrescos, grasas saturadas, y la activación física”, reflexionó.
La mandataria capitalina que las autoridades trabajan con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) e institutos de salud en un programa de atención a personas con diabetes y un programa de prevención que se vincula con el que se aplica a nivel nacional, llamado Vida Saludable.
Este miércoles 5 de agosto pasa a ser un día histórico para todo México, pues la LXIV Legislatura oaxaqueña pasa a ser la primera en la república a legislar en favor de la epidemia de obesidad entre este demográfico.
Con la adhesión del Artículo 20 bis de la ley ya mencionada, se espera reducir drásticamente el acceso de productos comestibles no saludables a las niñas, niños y adolescentes de la entidad.
Magaly López Domínguez, diputada de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), fue la responsable de de elaborar la iniciativa de reforma y, gracias al respaldo de su partido, consiguió la simpatía del Partido del Trabajo (PT) para lograr los 31 votos necesarios para que fuera aprobada esta propuesta.
Desde que se manifestó esta iniciativa, los empresarios beneficiarios de la venta de los productos comestibles con alto contenido calórico, de azúcar, sodio (sal) y grasa aseguraron que se trataba de un atentado contra la economía de las familias oaxaqueñas; sin embargo, esto fue descartado por la morenista, quien dijo que la salud humana se antepone a los intereses económicos de los industriales.
La aprobación de la iniciativa fue celebrada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) y varias organizaciones no lucrativas.
Finalmente, cabe recordar la simpatía que Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, manifestó en la conferencia vespertina del martes 4 de agosto en Palacio Nacional.
“Leímos el texto, nos ha parecido muy bueno. Consideramos que es una iniciativa muy acertada la que proponen en el Congreso de Oaxaca, el legislar, hacer una reforma a la Ley de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, para adicionar un apartado que prohíbe vender, regalar y distribuir productos no saludables en términos alimentarios. Nos parece una muy buena iniciativa”, estimó el epidemiólogo.
No es sorpresa que la posición del médico egresado de la UNAM fuera empática con esta modificación, pues en reiteradas ocasiones se ha manifestado en favor de una sana alimentación para mantener un sistema inmune resistente.
“Ahorita estamos alcanzado, muy desafortunadamente, cerca de 40,000 muertes por COVID-19; 7% son 40,000 muertes. Lo que llevamos de la epidemia en México mueren cada año ese número de personas con algo atribuible a las bebidas con azúcar y eso sólo las bebidas azucaradas, todo lo demás, la comida no saludable, también de los alimentos ultraprocesados, el consumo excesivo del alcohol”, dijo el subsecretario durante la conferencia del 22 de julio.
“En México, 35% de los adolescentes y niños tienen sobrepeso u obesidad y el conjunto, las dos cosas. 75%, tres cuartas partes de la población mexicana tiene sobrepeso u obesidad, de la población mayor de 20 años”, abundó.
Por su cuenta, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Oaxaca manifestó su desacuerdo ante la iniciativa recién aprobada y dijo que esta “condición que no sólo no resolverá el problema de sobrepeso y la obesidad, sino que incentivará el mercado informal e impactará negativamente a las familias de miles de oaxaqueños que dependen de su venta, distribución y comercialización. Siendo de esta manera más negativo el remedio que la enfermedad”.