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A dos años de que Andrés Manuel López Obrador tomó posesión como presidente de México, organizaciones civiles y agrupaciones feministas se dicen preocupadas por la narrativa del Ejecutivo federal que desestima la violencia de género que se vive en el país.
Así lo estimó Edith Olivares Ferreto, jefa de la Unidad de Derechos Humanos de Amnistía Internacional en México, quien insistió en un aumento de violencia hacia las mujeres en los últimos 22 meses.
En entrevista para Forbes México, recordó que desde el 1 de diciembre de 2018 al 31 de octubre de 2020 se han registrado 7,424 feminicidios en el país, lo cual da un promedio de 11 asesinadas al día, según cifras oficiales.
Si se comparan los primeros 10 meses de 2019 con el 2020, las denuncias por violencia familiar se incrementaron 3.4% y por violencia de género, 26%; mientras que las llamadas al 911 por violencia contra la mujer subieron 40% y las de acoso u hostigamiento sexual, 12%, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
“Preocupa la narrativa que señala (López Obrador) de que el Estado ya no es el principal violador de los derechos humanos o que hay una vinculación entre la corrupción y violencia contra las mujeres”, agregó Olivares Ferreto.
Lo anterior, luego de que el titular del Ejecutivo federal aseguró en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que su gobierno ya no era el principal agresor hacia los derechos humanos como en gestiones pasadas.
Durante dicha conferencia matutina del 25 de noviembre, el primer mandatario afirmó que las causas de un feminicidio y un homicidio son las mismas en lo general, lo cual después corrigió la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
“Las causas de un feminicidio, concretamente, no son las mismas que un homicidio violento en contra de una mujer, por otra razones”, respondió la titular de la Segob.
Incluso, en su segundo informe de gobierno, López Obrador aseguró que una serie de delitos, entre los cuales se encuentra el feminicidio, se redujeron un 30% en su promedio general.
“Casi todos los delitos han disminuido en comparación con 2018, hay menos secuestros, feminicidios, robos a transeúntes, a transportistas, menos robo de vehículos, menos robo en transporte público colectivo, menos robo en transporte público individual, menos robo a negocios y menos robo a casas habitación”, apuntó el mandatario en su discurso.
Ante este panorama, Olivares Ferreto apuntó que el gobierno de México tiene una serie de compromisos y recomendaciones por cumplir, como los emitidos por la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
En ese sentido, insistió en la necesidad de que el Estado mexicano instaure una ruta para erradicar los estereotipos sexistas que reproducen la violencia contra las mujeres, para así atender los casos de violaciones a los derechos humanos de las féminas.
La activista de Amnistía Internacional hizo hincapié en que “las palabras no bastan” y que se requieren de hechos, como políticas públicas al respecto y un reconocimiento de la gravedad de la violencia que se ejerce contra las mujeres.
“A casi dos años (de gobierno) no está publicado en el Diario Oficial de la Federación ni el Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, ni el el Programa Integral para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres”, acusó.
Además, hizo un llamado a todos los niveles de gobierno para garantizar el derecho a la libre manifestación de las mujeres, así como a garantizar su seguridad durante este tipo de actos.
Sobre los feminicidios en el país, Patricia Olamendi Torres, representante de la organización Nosotras Tenemos Otros Datos, lamentó la impunidad en la que permanecen.
“Nuestro país se ha convertido en tierra de feminicidios e impunidad y donde las mujeres, niñas y adolescentes no logran acceder a la justicia por un sistema corrupto y patriarcal”, dijo.
Una de estas mujeres que fue asesinada fue Victoria Pamela, y a tres años y tres meses de su muerte, sus padres aún buscan justicia.
Un cumpleaños frustrado
Victoria Pamela iba a cumplir 23 años, quería estudiar Turismo y llevar a sus papás a conocer la playa, pero ya no pudo hacerlo. Ella fue hallada muerta en un hotel de Tlalpan, en la Ciudad de México, dos días después de su cumpleaños.
“Ya iba a empezar (a estudiar), en el trabajo le iban a dar la oportunidad. Ella tenía muchos planes a futuro con nosotros. Me decía ‘mamá, este año te voy a llevar a que conozcas el mar, a que salgas de tu rutina para que te distraigas’. Yo le decía que lo único que quería es que estuviera bien. Nunca me imaginé que iba a suceder esto”, dijo en entrevista Consuelo Salas, mamá de Victoria.
Recuerda que el 31 de agosto de 2017, previo a su cumpleaños 23, salió de la ciudad para celebrar en compañía de su novio Mario, quien se dedica al skateboarding; él pasó por ella a su trabajo para festejar, después ambos se fueron a Cocoyoc, Morelos, para seguir con la celebración, pero ella ya no regresó.
“Fueron a un bar por su cumpleaños, pero siguieron la celebración. Dijo que iba a regresar a celebrar su cumpleaños con su familia como siempre lo habíamos hecho. Me estuve mandando mensajes el 31 de agosto, jueves; el viernes (1 de septiembre) me dijo que venía y ya no supe más. Ella me dijo que estaba con él (Mario)”, relata.
Consuelo, la mamá de la joven, señala que cuando les avisaron la muerte de Victoria “fue de lo peor, porque no hubo las palabras adecuadas para atender las víctimas”.
“Desde ahí fue todo mal, porque, así como entramos nos avisaron todo de golpe. ¿Dónde está la sensibilidad de las autoridades?”.
La señora señala que la única persona que los apoyó desde el gobierno local, fue el exjefe de Gobierno José Ramón Amieva.
Para ellos, el responsable es Mario, pues la mamá de la joven asegura que ella le avisó que estaba con él desde el 31 de agosto.
El joven fue detenido el 30 de marzo y el 4 de abril de 2019, un año y siete meses después del asesinato de Victoria Pamela, un juez de control vinculó a proceso a Mario por el delito de femicidio agravado. Actualmente, las partes se encuentran presentado pruebas.
Consuelo Salas asegura que siente la justicia cerca. “Estoy más consiente de que voy a alcanzar la justicia. Como se lo he dicho a todos, el hecho de que él pague, eso no va hacer que regrese mi hija, pero por lo menos nunca va a destruir una familia como destruyó la nuestra, donde ya no es lo mismo sin ella, donde a una fotografía le tendré que llorar a mi hija toda la vida”.