Ernesto Reyes
Un mensaje -que describe la situación crítica por la que pasa en estas horas el sistema de salud anti-Covid – provino esta semana de la Jefa Fabiana, la directora del cuerpo de enfermeras del IMSS: “Se los digo de corazón: estamos al borde del colapso. Ya no hay espacio. Los trabajadores de la salud también estamos agotados, pero es nuestro deber seguirlos cuidándolos. Estamos entregando nuestro máximo esfuerzo. Tú, que tienes la opción, por favor no salgas”.
El llamamiento se sumó a otro, emitido por el director general del IMSS, Zoé Robledo, quien expresara su preocupación ante el aumento de casos Covid-19 en el valle de México, mismo que podría hacer colapsar, por primera vez en todo este periodo de emergencia, la capacidad hospitalaria en la gran urbe.
La convocatoria urgente a posponer fiestas, reuniones, cenas o posadas lo hicieron ayer mismo la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, el gobernador mexiquense, Alfredo del Mazo y el doctor Hugo López-Gatell.
En consecuencia, los semáforos de la ciudad de México y el Edomex, ya se pintaron de rojo, suspendiendo actividades económicas y las no esenciales con el fin de contener contagios y hospitalizaciones. Ya el número de camas ocupadas rebasan el 75 por ciento. Se requerirán, al menos, tres o cuatro semanas -hasta el 10 de enero próximo- para que se reduzcan los contagios, si es que la población atiende al pie de la letra dichas recomendaciones.
Las medidas del sistema nacional de salud, aumentando el número de camas y expandiendo centros de atención Covid, son inversamente proporcionales a la frenética campaña mediática de diversos actores para dinamitar la acción gubernamental, en momentos en que es inminente la aplicación gratuita y universal de la vacuna.
En la cruzada por imponer sus puntos de vista, sin ser especialistas Covid, aparecen gobernadores del PRIAN, que se autodenominan federalistas, los cuales cuestionan las medidas oficiales de contención. También reclaman libertad para adquirir directamente las millonarias dosis de vacunas a fin de administrarlas a la población que dicen representar. Pretenden sabotear, estos politiquillos de poca monta, el operativo planeado por parte del sistema de salud federal, con el apoyo de las fuerzas armadas, a fin de inmunizar en los próximos días a la población más vulnerable y al personal médico.
Frente a estas argucias, con obvio interés político-electoral, estos personajes se han topado no solo con la muralla gubernamental, sino con la indiferencia de una población que también está fatigada de soportarlos.
La emergencia en la zona más habitada del país – se calculan alrededor de 36 millones de personas en las dos urbes – nos enseña que nada vale más que preservar la vida en momentos en que mucha gente, conocida y no, está sucumbiendo por la enfermedad. En nosotros, así como en las autoridades y el personal médico que realiza un servicio heroico, está el poder controlar y atenuar el virus.
Sería lamentable que como en Cdmx y el Edomex, triunfe la irresponsabilidad de quienes creyendo que los males siempre caen en la casa del vecino, relajen los cuidados personales y comunitarios de la sana distancia, entre ellos la mascarilla y el lavado de manos. Aunque estemos exhaustos por no poder salir como antes. Más fatigados están los médicos, enfermeras y personal de salud que cuidan de nosotros. Los llamados a extremar precauciones, son aplicables a todo el país, incluyendo Oaxaca.
No hagamos caso, entonces, a las convocatorias que nos llegan por estos días para violar las normas sanitarias. Nadie tiene derecho a poner en riesgo la vida de los demás y la propia. Ya vendrán tiempos mejores.
Hoy más que nunca el futuro de la humanidad ha sido a puesto a prueba. El año que termina nos deja grandes enseñanzas en el aprecio por la vida, tema que dominó la discusión internacional y nacional a pesar de que en estos 12 meses hubo otros no menos importantes como los avances de la 4T, amenazas divisionistas del PRIAN y el inicio de los procesos electorales para renovar cargos de elección popular. El 2021 se advierte, entonces, como un tiempo esperanzador y restaurador de muchas cosas que hemos dejado en suspenso por cuidarnos.
Le envío un fuerte abrazo al doctor Maurilio Mayoral, ante la lamentable pérdida, el pasado 5 de diciembre, de su hermana la también doctora María Dolores Araceli Mayoral García. Mucha fortaleza a sus familiares y amigos.
@ernestoreyes14