Exélsior
En tiempos de pandemia, la pesadumbre y el dolor de las personas tiene un remanso al transitar por las calles de la ciudad de Oaxaca, al apreciar los árboles de flores amarillas, conocidos como “Guayacán” o “Primavera”.
Durante el primer trimestre del año es común en la otrora Verde Antequera observar cómo una alfombra de flores amarillas cubre el suelo de las avenidas y los patios cuando de las copas de los guayacanes empiezan lentamente a caer, por lo que también se le conoce como “lluvia de primavera”.
La floración del guayacán ( handroanthus chrysanthus, o tabebuia chrysantha) ocurre entre los meses diciembre y enero, llega a medir más de 15 metros, el tronco es duro y compacto, y sus hojas son grandes, refirió Marco Antonio Vásquez Dávila, ingeniero etnobotánico y maestro en Ciencias.
De acuerdo con el especialista, este árbol se distribuye de México hasta Sudamérica; es de clima tropical, por lo que se le encuentra en entidades del sureste, como Tabasco y Guerrero, estado lo donde lo nombran “roble”, sin embargo, también se le deja ver en Sinaloa, con sus hojas color violeta.
En los años 90, la sociedad civil organizada en coordinación con las autoridades de la ciudad de Oaxaca de Juárez lo escogieron dentro del programa de reforestación urbana, por su belleza, como ornamento en parques, jardines, calles y avenidas. “Por lo que una década después empezó a expandirse, ofreciendo un espectáculo natural y gratuito”, dijo,
La especie es altamente valorada por los habitantes de la ciudad de Oaxaca, quienes gozar de tomarle fotografías.
“Aunque, anotó, son las poblaciones de abejas, así como otros animales polinizadores, los que más disfrutan de estos ejemplares”.