El Senado de la República aprobará este lunes un dictamen para modificar la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR) que no pone fin a la contaminación plástica, sigue apostando al reciclaje y sólo beneficia a la industria.
Oceana hace un llamado urgente a los senadores Raúl Bolaños-Cacho Cué, presidente de la Comisión de Medio Ambiente Recursos Naturales y Cambio Climático, y Susana Harp, integrante del mismo órgano, a tomar como ejemplo el notable avance legislativo de su propio estado, para trabajar de manera decisiva en una propuesta legislativa que detenga la crisis generada por la contaminación de los plásticos desechables en México.
Desde el inicio de la actual Legislatura, principalmente en el Senado de la República, se han elaborado más de 25 iniciativas para reformar la LGPGIR, con el objetivo de reducir la contaminación plástica. Sin embargo, el Senador Bolaños Cacho no ha seguido el ejemplo brindado por el Congreso de Oaxaca, al evadir y bloquear toda reforma que implique la prohibición contundente de plásticos que afectan la salud de nuestros mares.
Como muestra, la Comisión que preside Bolaños Cacho elaboró esta iniciativa que no incorpora la eliminación de los plásticos desechables desde su origen, considera que la incineración de desechos es una solución, y traslada la responsabilidad del manejo de los residuos plásticos contaminantes en la ciudadanía, en lugar de en la industria.
“Es de llamar la atención que ambos senadores, oriundos de Oaxaca, estado que más ha hecho en materia legislativa para eliminar la contaminación plástica con la entrada en vigor de su Ley de residuos, no hayan sido capaces de haber elaborado un solo dictamen que modifique de manera efectiva la ley para resolver este grave problema”, afirmó Esteban García-Peña, director de las campañas de restauración pesquera y plásticos de Oceana en México.
Oceana exhorta también a la Senadora Susana Harp para que atienda la crisis de los plásticos, yendo más allá de soluciones simuladas al problema como lo son la economía circular o el reciclaje, cuando México solo tiene la capacidad para reciclar el 5% de los plásticos que producimos.
“El reciclaje dejó de ser una opción contra la contaminación de plásticos. Exigimos a los senadores Bolaños Cacho y Susana Harp que tomen como ejemplo la ley de su propio estado e impulsen iniciativas enfocadas en reducir los niveles de producción, para encaminarnos hacia un futuro libre del grave flagelo ambiental y de salud que implican los plásticos desechables”, demandó García-Peña.
En Oaxaca, el pasado 25 de octubre, entró en vigor la Ley para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos Sólidos, que prohíbe toda venta o distribución de plásticos de un solo uso o desechables, incluyendo bolsas de plástico, contenedores de alimentos, empaques de todo tipo y envases de PET de aguas o refrescos, posicionando a este estado como el primero en el país en con este tipo de legislación.
De acuerdo con un análisis de Oceana, la mayor organización internacional dedicada exclusivamente a la protección de los océanos, más de un millón de toneladas de botellas PET terminaron en el océano. Además, se estima que el 90% de las especies de aves marinas han ingerido plástico que puede provocarles la muerte y el 100% de las especies de tortugas han comido plástico o sus derivados.