Alberto Alonso Criollo
La contienda electoral en la Ciudad de Oaxaca entró en un escenario de exacerbación de contradicciones. La oposición conservadora trata de ensayar un viejo y peligroso recurso propagandístico basado en la generación de miedo en la sociedad, organizando la violencia artificial y acusando de violentos y peligrosos a los simpatizantes de quién va a la cabeza de las preferencias electorales.
Los conservadores tratan de revivir los acontecimientos de la rebelión popular del 2006 en Oaxaca como responsabilidad del entonces rector de la UABJO, Francisco Martínez Neri. No entienden que la población hace mucho que construyó la representación mental de ese evento como acto heroico y de solidaridad, del ex rector, defendiendo y marchando con los estudiantes y el pueblo para protestar contra el autoritarismo del gobernador priísta Ulises Ruiz.
A pesar de sus altibajos y su pluralidad, el Movimiento Popular Oaxaqueño del 2006 está construido como un ícono de la resistencia social en contra del autoritarismo priísta encabezado por gobernador Ulises Ruiz Ortiz. No menos responsabilidad , tuvo el entonces presidente de la República de adscripción panista, Vicente Fox. A pesar de la derrota, Oaxaca vivió en esa época, episodios heroicos que necesariamente están en la memoria histórica del pueblo.
Es impresionante y hasta peligrosa la ceguera situacional de la oposición conservadora que no entiende que esa estrategia de guerra sucia no puede funcionar porque ya la campaña del prestigiado Martínez Neri ha logrado comunicar la autenticidad y coherencia de su proyecto. Y no hay necesidad de análisis sofisticado; sólo hay que ver la enorme cantidad de gente que convoca, de forma espontánea, en sus actos de campaña, sin necesidad de regalar nada.
A diez días de que terminen las campañas por la presidencia municipal de Oaxaca, ya parecen irreversibles las tendencias en preferencias electorales de la población en la Ciudad de Oaxaca. Sin embargo, los actores rezagados en la contienda, están dispuestos a echar su resto en la idea que todavía pueden recuperar terreno e incluso remontar en las preferencias. Mala idea, porque ya no hay como.
El electorado en la ciudad se ha polarizado en dos bandos que articulan, como dijera el gran Mao, la contradicción principal: Francisco Martínez Neri y Morena vs las opciones de oposición, encabezadas por el Candidato de la Coalición PAN, PRI, PRD. Lo malo para los opositores es que ya el maestro Martínez Neri superó, muy probablemente, la simpatía popular de más de la mitad de la población y sigue en crecimiento. Ni para donde hacerse.