AFP
Los jóvenes mexicanos protagonizan la tercera ola de coronavirus en el país, que si bien es minimizada por las autoridades porque ha caído el número de hospitalizados y pacientes graves, se refleja en los módulos de pruebas gratuitas de detección de la COVID-19.
“Vine (a hacerme la prueba) porque en la oficina donde trabajo mi jefe directo dio positivo y estuve en contacto con él hasta el viernes”, señaló este viernes Alejandro López, un joven de 27 años que acudió a realizarse una prueba a un módulo de la alcaldía Gustavo A. Madero, al norte de la capital mexicana.
Como en los primeros meses de la pandemia, estos lugares tienen por estos días largas filas que en su mayoría están conformadas por jóvenes, en promedio entre los 20 y los 35 años, que aún no han sido vacunados y temen estar contagiados.about:blank
Ingrid Gutiérrez vende productos en un bazar y tiene que trasladarse en transporte público constantemente por lo que ha venido a realizarse una prueba para asegurarse que no tiene el virus.
“Estar segura y en dado caso de dar positivo quedarme en casa”, manifestó. Y aceptó que tiene miedo “sobre todo por esta tercera ola y por las cepas que están apareciendo”.
Por semanas, el Gobierno de México se había resistido a hablar de una “tercera ola” de contagios. No obstante, el pasado martes admitió abiertamente que hay un nuevo repunte que empezó hace cuatro semanas.
Este brote inició en estados turísticos como Quintana Roo, Yucatán y Baja California Sur y se extendió en casi todo el país, y en la última semana en estudio registra un incremento del 29 por ciento.
Hasta ahora, México ha reportado más de 2.6 millones de casos y rebasa las 235 mil 500 muertes por COVID-19, siendo la cuarta nación del mundo por números absolutos de decesos.
Pero la cifra superaría los 350 mil fallecidos si se le suman los datos de exceso de mortalidad asociados al COVID-19, que reporta la Secretaría de Salud.
México ha administrado alrededor de 52 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus con lo que se han reducido las complicaciones y la mortalidad.
“Si bien se presentan este tipo de casos, no se presenta aumento en la hospitalización. Esta es la consecuencia positiva de tener a la población vacunada”, dijo esta semana Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud estratega de la pandemia en México.
¿Previsible que tercera ola de COVID-19 afectara más a jóvenes?
Desde hace varias semanas, se ha detectado que los jóvenes mexicanos están volviendo a salir de fiesta no solo a bares y restaurantes, sino también a puestos ambulantes sin seguir medidas de prevención ni distanciamiento social.
Aunado a ello, el apogeo de graduaciones en junio llevó a casos masivos de contagios de estudiantes en sus viajes a playas mexicanas y lugares de recreación.
Malaquías López, profesor de Salud Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que esta ola de contagios en población joven era algo “que se veía venir desde las vacaciones de Semana Santa”.
Refirió que una mayor movilidad y la relajación en las medidas básicas de higiene incidieron en esta oleada, y admitió que “aunque no se ven casos de COVID-19 tan complicados como en la población mayor, eso no quiere decir que no puedan complicarse”, apuntó.
Asimismo, advirtió que se seguirán viendo muchos casos “y preocupan, porque la población más joven es la que no está vacunada”.
El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), también reconoció la situación: “Si hay más contagios de jóvenes es porque hay un relajamiento de la disciplina porque estuvieron mucho tiempo encerrados, ahora se reúnen más con amigos, de ahí vienen los contagios”.
Y les pidió su moderación y que no se confiaran.
Incrementa demanda de pruebas en jóvenes
De acuerdo con los informes de la dirección de información epidemiológica de la Secretaría de Salud, los casos de COVID-19 en jóvenes de entre 20 y 39 años representan hoy alrededor del 40% del total, una cifra que ha aumentado paulatinamente en las últimas semanas.
Jorge Alfredo Ochoa, director general de Servicios de Salud Pública de la Ciudad de México, aceptó que en las últimas tres semanas se ha incrementado la demanda de pruebas rápidas, pues ha pasado de ocho mil a unas 16 mil diarias.
“Se ha incrementado la demanda por parte de la población de 20 a 39 años, hoy representan un 40%” de quienes se realizan este tipo de test, refirió.
Y aseguró que este mismo fenómeno se ha presentado en centros médicos porque “son los que están requiriendo más hospitalización”.
El plan de vacunación oficial de México es inocular a todos los mayores de 18 años, al menos con una dosis, para octubre.
Sin embargo, para Malaquías López ese objetivo será difícil porque actualmente hay “una disponibilidad escasa a nivel mundial”.