El Universal
Los criterios utilizados para el nuevo semáforo epidemiológico en el país demuestran que las autoridades subestiman la gravedad de las variantes del coronavirus SARS-CoV-2 que han llevado a otras regiones del mundo, como Europa, a otros confinamientos, alertaron especialistas en salud y epidemiólogos.
Expertos como Andreu Comas García, Malaquías López, Xavier Tello y Alejandro Macías señalaron por separado que con el nuevo instrumento presentado por la Secretaría de Salud (Ssa), y que fue convenido con los gobiernos estatales y de la Ciudad de México, se deja a criterio de las autoridades locales la movilidad y no se pone como obligatorio el uso de cubrebocas, sino como sugerencia.
“Es un semáforo intrascendente porque tiene varias fallas, una de ellas está en que no se está tomando en cuenta las nuevas variantes que están circulando en el país y no se sabe qué impacto están teniendo en realidad, pero peor, es intrascendente porque no hay una reducción de la movilidad del contacto de la transmisión, porque al final de cuentas en los demás países el semáforo sirve para poner una medida para disminuir la transmisión”.
Así lo señaló en entrevista para EL UNIVERSAL Andreu Comas García, médico, virólogo y epidemiólogo, quien explicó que en otros países el sentido de tener un semáforo de riesgo es que se refleje e informe a la población la gravedad de la situación y también se adviertan los peligros.
El especialista del Centro de Investigación en Ciencias de la Salud y Biomedicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí comentó que si se está en rojo en el semáforo, las personas deben saber que no se puede salir para reducir las transiciones, pero en México, afirmó, eso no está ocurriendo.
Al respecto, el analista en políticas de salud, Xavier Tello, coincidió en que en el semáforo no se están incluyendo medidas que restrinjan las transmisiones, y precisó que esto se debe a que se dejan muchos criterios en las tomas de decisiones a los gobierno estatales y que las acciones que se están tomando respecto al semáforo, la vacunación y la conversión de hospitales están subestimando la gravedad que tiene la variante Delta y otras que han surgido y el gran peligro que eso puede traer.
“Está bien que se modifique el semáforo, porque es real que la pandemia ya no es la misma que teníamos hace un año, el de hace un año estaba pensando completamente en la teoría, éste ya pretende ser más certero, pero de nada sirve tener números exactos si no está bien comunicado.
“A las personas les está importando poco el color que se tenga porque se deja a criterio de cada gobierno el comportamiento que se debe tener, si estamos en naranja, lo ven y actúan como si estuviéramos en verde; en el nuevo semáforo no se está diciendo adecuadamente las consecuencias y la gravedad de lo que está pasando, se dice que cuando estemos en rojo sólo se sugiere el uso de cubrebocas, cuando tendría que ser obligatorio”, dijo.
Al respecto, el epidemiólogo e integrante de la Comisión para la Atención de la Emergencia del Coronavirus de la UNAM, Malaquías López, dijo que el nuevo semáforo representa todavía una farsa peor, porque trata de hacerle creer a la población que sí se tienen medidas para responder ante el problema de la pandemia, pero se permite todo.
“Entonces creo que el rojo es una simulación de verde o que todos los verdes que todos los colores que son nada más. Para hacer aparentar como una medida precautoria a lo que en realidad no tiene ningún beneficio ni protección para la población”, opinó.
Para Alejandro Macías, zar de la epidemia de influenza en 2009 en México, el nuevo modelo de semáforo no es el adecuado, debido a que se debe tomar en cuenta el ejemplo de otros países en los que se está demostrando que lo que funciona es el distanciamiento social, y que no se reflejó en el nuevo modelo.
“El color [en los semáforos] es para decir que una pandemia está controlada, en otros países se tiene que tener por lo menos un 5% de positividad y así lo están haciendo, ahora en México, con los nuevo lineamientos, prácticamente con 20% el riesgo es menor, se dice que está controlado y esto no es así”, comentó el día de ayer en un foro organizado por el equipo científico y médico de Salvemos con Ciencia.
Los cuatro expertos coincidieron en que, para evitar que el problema se agrave aún más, se tiene que acelerar la vacunación en todo el país y permitir que las entidades privadas y los sectores que tengan las capacidades, ayuden con esto, es decir, que se debe descentralizar la vacunación.