El Jezero de Marte era un lago con agua líquida

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Xataka

Hace aproximadamente 3,500 millones de años, el cráter Jezero de Marte fue un lago. Lo que hasta ahora era una suposición de los científicos, se confirmó tras el análisis de las primeras imágenes captadas por el rover, que dan la evidencia suficiente para señalar que alguna vez albergó agua.

Esta afirmación no era posible antes por la resolución limitada de los datos satelitales, que no podían proporcionar imágenes con una calidad lo suficientemente alta para observar a detalle los sedimentos y concluir si fueron depositados por un antiguo río que desembocaron en lo que alguna vez fue el lago Jezero o si se formaron en condiciones secas. Esto hacía que la única forma de obtener información concluyente era a partir de tomar muestras e imágenes directamente en la superficie de Marte.

ASÍ FUE COMO EL PERSEVERANCE ANALIZÓ LA SUPERFICIE DE MARTE

Para esto el rover Perseverance utilizó su Mastcam-Z con la que pudo inspeccionar las rocas distantes y de estas vistas panorámicas, seleccionaron zonas específicas para mirar con más detalle a través de la SuperCam, su modelo con capacidades telescópicas.

Cuando los científicos pudieron analizar las imágenes, encontraron capas inclinadas de sedimentos en las partes inferiores de los acantilados de 80 metros de altura y en la cima de esas estructuras, encontraron rocas tan grandes como de 1.5 metros de ancho.

A partir de estas formaciones, el equipo pudo reconstruir la historia geológica de la zona, y las conclusiones se publicaron en la revista Science.

EL LAGO JEZERO PUDO ALMACENAR VIDA MICROBIANA

Estos análisis detallan que, durante mucho tiempo, potencialmente miles de años, un río fluyó hacia un lago que llenó lo que ahora es el cráter Jezero, que fue depositando lentamente capas inclinadas de sedimento que se ven en los acantilados del delta.

Después, el río se volvió mayormente seco excepto por algunas zonas de grandes inundaciones, eventos que tuvieron la suficiente fuerza como para llevar grandes rocas a lo largo del cauce del río y depositarlas en el sedimento más antiguo, convirtiéndose en cantos rodados que ahora se ven en lo alto de los acantilados.

El siguiente paso del Perseverance, será subir a la cima del delta y estudiar las capas de roca a lo largo del camino usando sus microscópicos mientras recopila muestras. Cuando estas regresen a la Tierra en una misión posterior, se podrá estudiar si contienen signos de vida microbiana que pudieron haber existido en el antiguo lago de Marte.