La Jornada
El compositor Mario Lavista, una de las figuras señeras de la música iberoamericana y de la cultura contemporánea en México, falleció la mañana de este jueves en la Ciudad de México a los 78 años.
Así lo informó a La Jornada su hija, Claudia Lavista, quien precisó que el deceso ocurrió a las 7:48 horas, en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, donde se encontraba internado a consecuencia de una enfermedad que lo aquejaba desde hace tiempo.
La bailarina y coreógrafa confirmó que el también docente y editor, miembro desde 1998 de El Colegio Nacional, recibirá la tarde este jueves, a partir de las 17 horas, un homenaje de cuerpo presente en el Palacio Nacional de Bellas Artes, por parte de la Secretaría de Cultura (SC) federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes.
A ese reconocimiento se suma el que realizará la Fonoteca Nacional en fecha próxima, que consistirá en la reproducción en el Jardín Sonoro de obras inéditas de su autoría, así como de algunas de las sesiones de escucha que él encabezó, adelantó Theo Hernández, coordinador del Catálogo de Música de Concierto de la fonoteca.
Las muestras de afecto y duelo comenzaron a circular por las redes sociales desde muy temprana hora. La titular de la SC, Alejandra Fraustro, escribió en su cuenta de Twitter: “La música está de luto. Hoy se despide el maestro Mario Lavista, enorme figura del arte y maestro de generaciones. México y América Latina pierden a uno de los compositores más destacados del último siglo. Un cálido abrazo a Claudia, a sus amigos, alumnos y familiares”.
Nacido el 3 de abril de 1943 en la Ciudad de México, Mario Lavista es considerado uno de los más eminentes compositores contemporáneos de América Latina y uno de los más influyentes e importantes personajes de la cultura mexicana de la segunda mitad del siglo XX.
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Estudió composición con Carlos Chávez y Héctor Quintanar en el Conservatorio Nacional de Música. De 1967 a 1969 fue becado por el gobierno francés para estudiar con Jean-Étienne Marie en la Schola Cantorum. En 1969 fue alumno en el curso de Música Nueva dictado por Karlheinz Stockhausen en la Reininsche Musikschule de Colonia y participó en los cursos internacionales de Música Nueva en Darmstadt, Alemania.
En 1970 fundó el grupo de improvisación Quanta, interesado en las relaciones entre la música en vivo y la electroacústica. A lo largo de su vida realizó trabajos gráfico-musicales con el pintor Arnaldo Coen y Sandra Pani, su pareja, además de componer la música para las películas Judea; Semana Santa entre los coras; María Sabina, mujer espíritu; El niño Fidencio; Sor Juana Inés de la Cruz y Cabeza de Vaca.
En 1987 ingresó a la Academia de Artes y la Fundación Guggenheim le otorgó una beca para escribir la ópera Aura. En 1991 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes y la Medalla Mozart, y dos años después el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes lo distinguió como creador emérito. En 1998 ingresó a El Colegio Nacional.
Más allá del ámbito musical, su labor se extendió también al terreno editorial, con la fundación en 1982 de la Revista Pauta y, en el ámbito de la docencia, se distinguió por formar a la mayor parte de los compositores mexicanos de las siguientes generaciones.