Milenio
En Oaxaca, una jueza negó la solicitud de fianza y dejó en la cárcel a un acusado por los delitos de violación agravada y violencia familiar, quien hace 30 años compró a una mujer con una botella de mezcal; como esposo, la golpeaba y la torturaba.
En una larga audiencia judicial que fue cambiada de sede en dos ocasiones, y que se realizó a puerta cerrada y con retrasos en el juzgado de control de la zona de Valle Centrales, la jueza determinó, con base en las pruebas presentadas por la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGE), que el indiciado Ignacio Rodriguez Carrera, es probable culpable y se determinó dictar en su contra el auto de vinculación a proceso, quedando en prisión preventiva en el penal varonil de Tanivet, del municipio de Tlacolula de Matamoros.
Además, la jueza negó el derecho a fianza y la libertad condicional, ya que fue considerado al acusado como una persona peligrosa para la sociedad. En la resolución del expediente 1149/2021 se informó, por parte del secretario de juzgado de control, que será en un término de seis meses que se realizan las audiencias complementarias, antes de que se resuelva la sentencia que se habrá de dictar contra el implicado. Irma Ríos fue vendida cuando tenía 10 años, esto en 1991.
(Especial) Al conocer la resolución emitida por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), la víctima Irma Ríos exigió que se aplique todo el peso de la ley contra su agresor, para que pague por todo lo que le hizo.
–¿Cómo se siente, cree que la justicia va a cumplir? “Tiene que cumplir, pues debe ver mi caso, pues es delicado, pues yo era una niña prácticamente y todo el tiempo así y ahorita me volvió agredir, psicológicamente, con golpes y todo eso”, dijo. Irma Ríos se encuentra en un refugio para mujeres víctimas de violencia de género de la FGE con medidas cautelares dictadas por organismos de derechos humanos, luego de que recibió amenazas de muerte de parte de la familia de su agresor, que vive en la Ciudad de México. –¿Ha recibido alguna amenaza? “Sí, pero por parte de familia de él”. –
¿Qué le dijeron? “Pues que por qué lo había denunciado y cosas así; de hecho existe un audio de una llamada, que se presentó ante la fiscalía”. –¿Y qué dice ese audio? “Pues que lo pensara yo por haber denunciado a la persona, y que pueda pasarme algo malo” –¿Es decir que teme usted por su vida? “Pues la verdad sí, porque uno a veces no conoce a las personas, qué comportamiento tienen”.
Desde su refugio bajo protección, Irma Ríos refiere que tiene sentimientos encontrados, principalmente porque sus hijos que le criticaron que hubiera denunciado a su concubino después de 30 años de vida, pero ella acepta que está esta tranquila porque dejo de ser víctima de violencia de género por un hombre que sólo de dio una mala vida.
Irma afirma que una vez que se difundió su caso, el agresor tuvo castigo y que éste debe servir de bandera para que otras mujeres levanten las voz. Antes, Irma Ríos demandó a las autoridades se castigue al abogado de su agresor, quien durante el proceso judicial ha hecho señalamientos misóginos en su contra y advierte que estos ya no se puede permitir ni tolerar, porque México esta cambiando.
