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A 468 km de la CDMX se encuentra la ciudad de Oaxaca, la hermosa capital del estado y el punto focal para adentrarse a increíbles experiencias gastronómicas.
Es bien sabido que Oaxaca cuenta con una de las mejores gastronomías del país, es un estado que te invita a disfrutar y conectar con los cinco sentidos; déjate envolver por los aromas y sabores a chocolate, mole y mezcal, y disfruta de esta deliciosa escapada: estos son los restaurantes que por nada del mundo te puedes perder en tu próxima visita a Oaxaca.
En Casa Oaxaca, el restaurante, conocerás la cara más moderna y sofisticada de Oaxaca: aquí el Chef Alex Ruíz crea grandiosos platillos inspirados en todas las regiones del estado haciendo uso de ingredientes criollos, hierbas locales, hortalizas orgánicas de su propio huerto, insectos, maíces, chiles y demás insumos endémicos provenientes de productores locales y el mercado.
Nada más delicioso que disfrutar de la experiencia en su terraza acompañado de un Mezcal Sour y dejarse sorprender con platos como el chile de agua con ceviche de dorado y salsa de maracuyá, su espectacular tostada de insectos (chicatanas, chapulines, gusanos de maguey), guacamole chepiche y rabanitos. Como fuerte, un lechón confitado en salsa de verdolagas, chile de agua, frijol blanco y quelites; como gran cierre su icónica esfera de chocolate oaxaqueño, jamaica caramelizada y pasilla mixe.
En Pitiona, el chef José Manuel Baños, es el encargado de dar vida al menú estacional, lleno de sabores muy oaxaqueños con un toque de sofisticación y llenos de mucha inspiración familiar, proveniente principalmente de las cocinas de sus abuelas, madre y tías.
Aquí la experiencia se goza en una de las mejores terrazas de la ciudad: qué agasajo tener de fondo el Templo de Santo Domingo de Guzmán mientras disfrutas de unas deliciosas gorditas de tripa con salsa verde cruda, el tamal de conejo con mole chichilo, la sopa de quesos (queso fresco, prensa y quesillo) con quelites, sus imperdibles tacos de lechón con cremoso de aguacate, cebolla asada y láminas de chile, la brutal barbacoa de rollo para hacerse taquitos, y el gran final con un coco miel (disco de queso istmeño, panal de miel caramelizada con bourbon, salsa de coco y helado de manzana verde); obvio no puedes pasar la experiencia sin un buen coctelito de la casa con mezcal mientras disfrutas del atardecer.
En Origen, la elegancia y la sencillez son el sello característico de los platillos del chef Rodolfo Castellanos, quien busca enaltecer la gran variedad de ingredientes endémicos de Oaxaca, además de honrarlos a través técnicas modernas que conectan con aquellos platillos tradicionales de inspiración familiar.
Aquí el menú es cambiante y se adapta a cada temporada. Dentro de sus imperdibles de invierno destacan los molotes de plátano macho con salsa de tomate riñón, camarón seco, chilcoste y queso istmeño, las enmoladas de pato confitado, la lengua de res con mole chichilo, o el pato rostizado con puré de temporada y mole coloradito. Para el postre, las texturas de chocolate son la mejor opción. De sus tragos con mezcal, nada mejor que un Mezcal Sour o un Picante; ¡saludcita!
Ya sea para desayunar, comer o cenar, Vaca Marina es el spot perfecto para disfrutar de una deliciosa propuesta gastronómica internacional de mar y tierra con toques oaxaqueños. Aquí la vista es privilegiada, ya que permite ver los atardeceres más bonitos en el centro Oaxaca mientras tienes como fondo el emblemático Templo de Santo Domingo.
Para desayunar, no te pierdas un chocolate caliente de agua y un rol de canela glaseado hecho en casa para seguirle con los chilaquiles rojos con tasajo o unos huevos estrellados con mole negro. Los imperdibles para comida o cena son los ostiones Louis XV o el arroz negro con mariscos. Si aman la carne, el rib eye prime a la brasa es la opción; no se pueden ir sin probar el cheesecake banana foster y un brutal Mexca-late (carajillo oaxaqueño). Si andan con antojo de mezcal derecho, el Mezcal Ancestral (Papalomé) y el Mezcal Terco Reposado (Espadín) de Destilería Los Amantes, les encantarán.
Parte del encanto de Oaxaca se esconde en esas comidas tan características de los pueblos de la sierra oaxaqueña, donde el protagonismo lo tienen las cocineras o mayoras, y los productos derivados del maíz, los cuales se complementan con ingredientes de pueblo como vegetales, hierbas, semillas y chiles.
Para desayunar, un must es La Cocina de Humo, aquí los platos se sirven al centro y todo es para compartir, qué delicia de disfrutar de unos huevos de rancho al comal con hoja santa, tortillas de mano