Redacción.- Con una misa en la que las condiciones de pandemia por Covid-19, no importaron, oaxaqueñas y oaxaqueños no quisieron dejar pasar la celebración del Miércoles de Ceniza, una tradición de la iglesia católica que marca el inicio de la temporada de Cuaresma.
En la Catedral metropolitana en centro de Oaxaca de Juárez, el sacerdote llevó a cabo una homilía donde resaltó la importancia de esta celebración, ya que dijo se trata de una fecha que hace referencia al tiempo que Jesús pasó en el desierto.
Con el Miércoles de Ceniza iniciaron los 40 días en los que la Iglesia llamó a los fieles a la conversión y a prepararse verdaderamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa.
Esta celebración se caracteriza por promover el ayuno, la abstinencia, el recogimiento, la oración y el examen de conciencia de los cristianos que quieran purgar sus pecados y acercarse a la pulcritud moral de la Iglesia.
El Miércoles de Ceniza es una celebración contenida en el Misal Romano. Este explica que en la Misa se bendice e impone en la frente de los fieles la ceniza hecha de las palmas bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior.
La tradición de imponer la ceniza se remonta a la Iglesia primitiva. Por aquel entonces las personas se colocaban la ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad con un “hábito penitencial” para recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo.
La Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos casi 400 años D.C. y a partir del siglo XI, la Iglesia en Roma impone las cenizas al inicio de este tiempo.
Es importante que para distribuir las cenizas se debe garantizar la seguridad de los fieles y de los sacerdotes ante la pandemia del COVID-19, ya que en algunos estados y países aún presentan un alto número de contagios del virus.
El periodo de cuaresma concluye el próximo 10 de abril con el domingo de ramos, que representa la entrada de Jesucristo a Jerusalén y el inicio de la Semana Santa.