El País
Los policías de la capital oaxaqueña tienen instrucciones para no molestar a los fumadores de marihuana si ellos no están molestando a nadie. Se les pide que no fumen en lugares infantiles, cerca de las escuelas y hospitales o donde haya espacios libres de humo o quien manifieste malestar por ese consumo. Pero ya no podrán efectuarse los clásicos arrestos por escándalo público ni las extorsiones por parte de los agentes del orden a las que estaban acostumbrados los defensores del cannabis. Y todo ello no es por una ley nueva, sino porque no había ley que dijera lo contrario. Además, en el Estado se ha otorgado una veintena de licencias para plantar cannabis de forma ordenada y ajustada a determinados usos.
Los activistas por un consumo libre de marihuana llevan años tratando de allanar el camino a los fumadores, buscando vías legales, incitando a cambios en las leyes o, como en el caso de Oaxaca, demostrando que no había texto jurídico alguno que impidiera fumar en la vía pública. Entre febrero y marzo se produjeron algunas protestas públicas en la ciudad que acabaron con algunos arrestos. A todos se les decía que era por escándalo público. “Trabajamos con nuestros abogados y descubrimos que no hay una prohibición explícita para el consumo, así que solicitamos una reunión con las autoridades locales”, explica Miguel Fernández, que pertenece al Plantón 4:20, de la Ciudad de México y que se trasladó a Oaxaca para instruir a sus compañeros en la protesta.
La reunión se produjo el 13 de abril. Solicitaban un documento en el que se dijera que no se podía fumar en la vía pública y no lo obtuvieron, porque no lo había. De tal forma que las autoridades acabaron por firmar un pliego en el que se insta a la policía a no instigar de ninguna manera a los fumadores; y a estos se les pide que sean responsables con el consumo para no incomodar a quienes no gustan del humo. “Nos exhortan a no fumar frente a niños, adolescentes o a quienes les moleste. Pero ya la policía solo puede invitarnos a trasladarnos a otro lado, no arrestarnos de forma arbitraria, ni a extorsionarnos que es exactamente lo que buscan muchas veces, no cumplir con una ley”, explica Fernández.
Los activistas oaxaqueños están contentos por este paso dado. “Ya tenemos un papel oficial. Hemos seguido haciendo campaña entre los policías, para que lo conozcan, porque, en un principio no les gustaba. Quisimos hacer un acto para leerles el documento pero no nos dejaron así que fuimos frente a presidencia municipal a fumar”, sigue Fernández.
El pasado junio, la Suprema Corte dio vía libre al consumo recreativo de la marihuana. Una sentencia histórica ponía ordenes claras en un país que se niega a legislar sobre este asunto. Varios artículos impedían el consumo, la adquisición y plantación de semillas así como la distribución de marihuana. Se declararon inconstitucionales y el Congreso tenía la obligación de modificarlos, pero pasó el tiempo, se sucedieron las protestas y los legisladores hicieron caso omiso a las órdenes emanadas del poder judicial. Así que la Suprema Corte dio el golpe final y declaró inconstitucional toda la ley, una figura que apenas se utiliza. “Es un día histórico para las libertades la consolidación del libre desarrollo de la personalidad en el uso recreativo del cannabis”, dijo entonces el presidente de la Corte, Arturo Zaldívar. La patata estaba de nuevo en el Congreso para legislar con arreglo a las recomendaciones constitucionales. Mientras tanto, las autoridades sanitarias están obligadas a emitir permisos para sembrar y consumir sin necesidad de que los ciudadanos tuvieran que acogerse a amparos judiciales.
La vía penal, sin embargo, sigue su curso, y las personas pueden seguir siendo perseguidas por narcomenudeo, en tanto este delito sigue en el Código Penal. La declaratoria general de Inconstitucionalidad fue bien recibida, pero México aún tiene que esperar a que se legisle. Mientras tanto, hay que solicitar permisos para plantar y cosechar.
Eso es lo que han hecho en Oaxaca. La Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha emitido hasta 26 licencias para sembrar y producir cannabis con uso medicinal. Los pueblos campesinos zapotecos podrán plantar sus cosechas con los límites establecidos. San Pablo Güila, San Dionisio Ocotepec, San Nicolás Yaxe, El Tepehuaje, entre otros, podrán aprovechar este mercado, muy avanzado en otras partes del mundo.
A la espera de su regulación definitiva, la marihuana vive una especie de limbo en México, pero la decisión de la Corte ha dado un respiro no solo a quienes la consumen, sino también a quienes pueden hacer de ella un modo de vida, con su plantación y comercialización.
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