En el marco del Día Mundial del Cáncer de Ovario, que se conmemora este día, los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), señalan que la detección oportuna de este padecimiento es fundamental para la superviviencia, de ahí que hacen la invitación a todas las mujeres, a identificar los síntomas y acudir a la Unidad de Salud más cercana para la detección, prevención y tratamiento.
La dependencia precisó que, la mayoría de casos se registra en mujeres de 50 a 70 años, y actualmente a cualquier edad y los síntomas más frecuentes son: dolor abdominal o pélvico, distensión persistente, orinar con frecuencia o con urgencia, sensación de llenadura después de beber o comer una pequeña cantidad de alimentos.
Así como sangrados vaginales en la post menopausia o entre períodos, aumento o pérdida de peso, indigestión, náuseas, cansancio, dolor al tener relaciones sexuales o sangrados posterior al coito, por lo que si presentan cualquier de estos signos de alarma, deberán acudir a valoración médica para un diagnóstico certero y evitar complicaciones, pues se estima que este padecimiento es curable en un 90% si se detecta oportunamente.
Detalló que este tipo de cáncer, es considerado el más mortal de los tumores ginecológicos, y ocasiona que se pierde el control del crecimiento, desarrollo y multiplicación de las células del ovario, puede afectar a otros órganos del cuerpo y se desarrolla en uno o ambos ovarios.
En México durante el 2012 se registraron tres mil 277 casos nuevos y dos mil 105 defunciones, la edad promedio de diagnóstico se encuentra entre los 50 y 70 años.
En este sentido, los SSO destacaron que en lo que va del año hay 45 mujeres recibiendo su tratamiento contra este tipo de carcinoma, en edades que van de los 20 hasta 60 años.
Las féminas con mayor riesgo de presentarlo son las que se encuentran en el rango de edad ante citado, así como, aquellas con antecedentes familiares de cáncer, vida menstrual de más de 40 años, no haber tenido hijas e hijos, obesidad principalmente en la menopausia, alimentación rica en carbohidratos y baja en fibra, dieta con alto contenido en grasas, sedentarismo, consumo de alcohol y tabaco.
Los métodos terapéuticos que en la actualidad se emplean para tratar esta enfermedad son de acción local, tal es el caso de la cirugía o radioterapia, de acción sistémica como: la quimioterapia y biológicos.
No obstante, la mejor forma de prevenirlo, es disminuir el consumo de alcohol y tabaco, realizar actividad física de 30 a 60 minutos todos los días de la semana, llevar una alimentación saludable y consumir ácido fólico.