Uriel Pérez García
En el argot de la política en tiempos de contienda electoral, es muy común escuchar que la maquinaria está aceitada, en analogía a que todas las piezas de una máquina están en las condiciones óptimas para su funcionamiento, que en el caso concreto refiere a que las partes más importantes de un instituto político, especialmente al interior de los partidos, se encuentran listos para ponerse en marcha rumbo al día de la elección.
Pero además, en un contexto de competencia electoral en el que se ponen en juego distintos espacios para la integración de autoridades y representantes populares, no solo los partidos políticos aceitan la maquinaria, sino que también distintos órganos de gobierno hacen lo propio para intervenir en la contienda e incidir en los resultados a través de acciones que van desde la propaganda, hasta los amagues y acuerdos políticos.
De esta manera, en un escenario político en el que la carrera por la sucesión en cualquier orden de gobierno se adelanta cada vez más, en el Estado de México las piezas comienzan a tomar sus posiciones para lo que sería el golpe final a la oposición y la consolidación de Morena como fuerza política tanto a nivel local como en el plano nacional, sobre todo en la antesala al proceso electoral 2024.
Por una parte el actual gobierno en aquella entidad ha dejado claro que no cederá tan fácilmente uno de sus principales bastiones que hasta hoy ha sido prácticamente el territorio de mayor importancia de donde surgieran las figuras más representativas del priismo tanto en ámbito local como en la esfera nacional, pero que sin duda se ve amenazado por el imparable crecimiento del partido guinda que ya destapó “oficialmente” a quien será su candidata a la gubernatura.
La designación de la ex titular de la SEP, Delfina Gómez, como coordinadora de Morena en el Estado de México, fue el primer movimiento que de manera anticipada y al estilo del designio directo, disfrazado de encuesta, realizó el presidente de la república aún y con algunos cuestionamientos por irregularidades cometidas durante su gestión como presidenta municipal de Texcoco, desde donde utilizó recursos públicos para el financiamiento de su partido a través de la retención del salario a trabajadores de dicho municipio.
Aunado a lo anterior, de manera estratégica y como forma de amague para que el grupo en el gobierno que encabeza Alfredo del Mazo se mantenga al margen de la operación político electoral y deje el camino libre a Morena como sucedió en algunas entidades en las pasadas elecciones, la Fiscalía General de la República (FGR) anunció desde la semana pasada que se han iniciado una serie investigaciones por presuntos actos de corrupción durante su gobierno.
Si bien es cierto que la misma Subprocuraduría en Investigación de Delitos Federales, anunció que desde 2020 se iniciaron distintas indagatorias contra el ex mandatario, este mismo organismo ha asegurado que se trata de un tema de carácter confidencial para salvaguardar las investigaciones, lo que hace suponer que el comunicado emitido por la FGR tiene más un carácter político que judicial.
Por otro lado, los opositores agrupados en la coalición Va por México, en los siguientes días habrán de definir la ruta a seguir si quieren llegar fortalecidos a los comicios del próximo año, puesto que recientemente el Partido Acción Nacional ha adelantado que su abanderado sería Enrique Vargas del Villar, lo que pone en duda si podrán definir en los siguientes meses de qué partido será quien encabece la coalición, si del PAN que ha mantenido algunos triunfos en pasados procesos o del PRI que ha gobernado la entidad desde 1929, pero que actualmente tiene una dirigencia por demás debilitada y deslegitimada, por lo que el reto no será menor para que Alejandro Moreno y Marko Cortés generen los acuerdos que les permitan tener una candidatura de unidad.
En este escenario, será interesante observar que la guerra de señalamientos y descalificaciones se intensificará al mismo tiempo que los partidos comenzarán a mover sus estructuras para garantizar el triunfo en el proceso que consideran el ensayo último de lo que sucederá en las elecciones de 2024 para renovar la presidencia de la república; con todo lo anterior, no debemos perder de vista que para los comicios presidenciales no solo en el Edomex se aceita la maquinaria ya que será en por lo menos 22 entidades en las que estará todo listo para que Morena y López Obrador refrenden su fuerza política en todo el país.