Al cuarto para las 12 cuando a la moribunda administración gubernamental de Alejandro Murat le quedan unos cuantos días para llegar a su fin, diversas organizaciones regionales y capitalinas han tomado la ciudad de Oaxaca como rehén de sus apetitos económicos disfrazados de protesta social.
El hartazgo ciudadano es evidente. Pero el ansia de poder y recursos es mayor en las organizaciones que día tras día bloquean calles, avenidas y oficinas gubernamentales.
Con o sin razón, ¡Basta!