Reforma
El próximo año, se requerirá un billón 79 mil millones de pesos para cubrir el costo financiero de la deuda del sector público, un incremento real de 29.9 por ciento comparado con el Presupuesto de 2022.
De acuerdo con la Propuesta de Presupuesto de Egresos 2023, el aumento en este gasto es derivado del ciclo alcista de tasas de interés que se prevé continúe en los siguientes meses. El costo financiero incluye el pago de intereses, comisiones y gastos de deuda pública del Gobierno federal, Pemex, la CFE, así como programas de apoyo a ahorradores y deudores de la banca.
Para compensar el incremento, la Secretaría de Hacienda explica que harán falta recursos, lo que se traduce en la necesidad de recurrir a déficit presupuestario.
“Obviamente esto presiona el gasto y está asociado a las altas tasas de interés que van de la mano con los altos niveles de inflación que estamos observando. Eso le quita margen de maniobra a la Secretaría de Hacienda en el gasto programable”, comentó Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve por Más.
La Secretaría de Hacienda estima una tasa de Cetes a 28 días de 8.9 por ciento para 2023 desde una estimación inicial este año de 5 por ciento.
“Las mayores tasas estimadas en 2023 para la deuda pública aumenta principalmente el costo financiero de los instrumentos denominados a tasa variable, así como de las nuevas emisiones de instrumentos a tasa fija”, explica.
Para el año entrante, se estima una mayor tasa de interés real acumulada de 6 por ciento respecto a la tasa de 1.7 por ciento que se utilizó en el Presupuesto de Egresos de 2022, lo que aumenta las erogaciones asociadas a los programas de apoyo a ahorradores, es decir, transferencias al Instituto para la Protección al Ahorro Bancario.
Además, para 2023 existen erogaciones asociadas a los programas de apoyo a deudores de la banca por lo que el costo financiero de la deuda pública presupuestaria, a diferencia de 2022, se vería afectada por este concepto, se lee en el documento.
Para 2023 se estima que estas erogaciones representen 3.4 por ciento del PIB, mientras que lo presupuestado en 2022 fue de 2.7 por ciento.
“Vemos cierta fragilidad asociada a la inflación, el incremento de las altas tasas de interés, el enfriamiento de la economía global y bajos niveles de inversión en los últimos años, así que difícilmente se estaría cumpliendo ese 3 por ciento”, declaró Saldaña.