Alfredo Martínez de Aguilar
Dada la orgía de sangre que ahoga a Oaxaca y a México por masacres, ejecuciones y feminicidios, la Iglesia Católica hizo oír la autoridad ética, moral y religiosa, de su voz en defensa de la vida.
A ello se suman asaltos y robos cada vez más violentos en las calles, saqueos a casas y comercios, invasión de tierras y despojos de casas habitación, como parte de la creciente inseguridad.
En su homilía dominical, el Arzobispo Pedro Vázquez Villalobos expresó su dolor y tristeza al saber que en los pueblos se sigue asesinando y encontrando cuerpos de hombres y mujeres sin vida.
“Ayer, pasando por Miahuatlán, me di cuenta de que habían asesinado a dos. Aquí nos damos cuenta de que asesinan y asesinan y asesinan y, en el país, ni se diga”, subrayó monseñor.
“Por amor y respeto a la vida, nadie tiene derecho a quitarle la vida a otra persona. Todos tienen el mismo derecho a vivir. Nadie tiene poder sobre él, solo Dios tiene poder sobre nosotros”.
Atribuyó la creciente inseguridad y violencia a la pérdida del temor divino, de respeto a Dios, no miedo a Dios, de respeto y amor a todos; por respeto a Dios, te perdono y tiendo la mano.
Monseñor Vázquez Villalobos ratificó su compromiso pastoral de seguir defendiendo la vida, el matrimonio y la familia desde su ministerio y exhortó a toda la población a seguir haciéndolo.
“Ojalá nuestras familias sigan creyendo en la convivencia familiar, no acabemos con la familia, porque entonces ¿qué va a quedar de nosotros? ¿qué va a quedar de nuestra sociedad?”.
El purpurado anunció que viviremos en la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca la Semana de la Familia, de reflexión porque nuestras familias deben de seguir siendo cuidadas por todos.
Al mismo tiempo, desde la Catedral Metropolitana reiteró el llamado a seguir defendiendo la vida de los no nacidos y de los hermanos que peregrinan junto con nosotros en este mundo.
“Nosotros no somos los que decidimos quién nace y quién no nace. Lo decide Dios, no nos pongamos en su lugar, no ocupemos el lugar de Dios, no nos desgraciemos la vida”, alertó.
Pidió seguir cuidando el matrimonio de un hombre y una mujer, compartiendo el amor y a vivirlo por toda la vida y que Dios les bendice con una nueva vida, con un hijo, que es una bendición.
“Cuidemos a nuestras familias, porque están muy atacadas. Nosotros seguiremos defendiendo la familia, el matrimonio de un hombre y una mujer. Seguiremos defendiendo la vida”, enfatizó.
“Necesitamos de papá y mamá. Ellos necesitan de mi cariño, como hijo. Mi hermano necesita del amor que pueda ofrecerle como hermano. Necesitamos esta armonía en el ambiente familiar”.
“Abramos nuestro corazón y que el otro entre a compartir la vida, a dialogar, animarnos, sacrificarnos unos por otros, perdonarnos, vivir el amor, practicar las virtudes y ayudarnos a superarnos cada día”.
alfredo_daguilar@hotmail.com
director@revista-mujeres.com
@efektoaguila
