Alfredo Martínez de Aguilar
Es una verdad histórica que las candidaturas a la Presidencia de la República, las Gobernaciones de los estados y las Presidencias Municipales, se construyen con base en la trayectoria e historia de vida personal y familiar.
Con la visita al Papa Francisco, a quien con su esposa Ivette Morán obsequió la imagen de la Virgen de Juquila, el Gobernador Alejandro Murat busca sumar a su aspiración presidencial los votos de los católicos.
Con visión y sensibilidad, el Mandatario Estatal reconoce que los habitantes de México y Oaxaca son mayoritariamente católicos, sobre todo, Marianos, fieles seguidores de la Virgen de Guadalupe.
No falta razón al hacerlo al gobernante oaxaqueño, en virtud que para transformar la realidad es necesario conocerla a ciencia cierta. Y el pueblo bueno y sabio es creyente cristiano en su gran mayoría.
Los resultados del Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) arrojan que 77.7 % de los más de 120 millones de mexicanos se adscriben como católicos.
A estos millones de votos potenciales debemos sumar el 11.2 % de fieles de las iglesias protestantes y evangélicas, como lo ha hecho el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador de denominación pentecostal.
Al margen de sus creencias personales, que son del estricto ámbito de su conciencia, Alejandro Murat tienen una lectura correcta de los tiempos y ritmos de la adelantada sucesión presidencial en México,
El Gobernador de Oaxaca actúa de manera práctica y pragmática al conocer y apoyarse en la realidad sociopolítica mexicana. Dada su amplia formación de vida es un convencido que lo no se mide no se evalúa.
favor en su saliente