“Consorcio de Larrea, favorecido por Zedillo y Salinas”

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La Jornada

El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció ayer diferencias con Grupo México por la cancelación del contrato para construir el tramo Playa del Carmen-Tulum del Tren Maya, debido a “un incumplimiento” de la empresa, al que siguió un acuerdo para resolverlo, pero el mandatario expresó su extrañeza al enterarse ahora de que el consorcio demanda al gobierno federal por el caso.

En la mañanera de ayer, el mandatario recriminó la actitud de Grupo México, del que recordó que fue uno de los más beneficiados en los sexenios de Ernesto Zedillo y Carlos Salinas.

Indicó que cuando se produjo el incumplimiento del contrato por parte del corporativo, comunicó a los empresarios, a través de la Secretaría de Gobernación, que la situación podría resolverse mediante la liquidación de los trabajos que hubieran realizado hasta entonces, con base en un avalúo de los ingenieros militares.

En respuesta, Germán Larrea, en nombre del Grupo, mandó decir que aceptaba ese principio de acuerdo, pero “yo no sabía que habían demandado”, comentó López Obrador. El pacto se había logrado en buenos términos. “No hay nada ilegal. Nosotros no somos arbitrarios.

“No me enojo, al contrario, me ayudan a aclarar cosas: ¿Quiénes son los de Grupo México? Los que recibieron los Ferrocarriles Nacionales en la época de Zedillo. Y no se les está expropiando, no se les están quitando las concesiones. ¿Quién es Grupo México? Una empresa a la que Salinas le entregó la minera Cananea. ¿Quién es Grupo México? Su dueño aparece en segundo, tercer lugar, como de los más ricos del país.”

Trabajos a destiempo

Aseguró que el litigio surgió a partir de un incumplimiento de contrato, cuando la empresa manifestó la imposibilidad de concluir el tramo de 50-60 kilómetros que estaba a su cargo en el tiempo requerido.

“Se llegó al acuerdo de que iban a participar otras empresas, porque no estaban cumpliendo, esa fue la razón” de la ruptura, explicó López Obrador.

El Presidente narró que la obra quedó a cargo de tres empresas: Mota-Engil, en un tramo de 20 kilómetros, INDI en otro y Grupo ICA en uno más, “porque nos importa mucho”.

Agregó que luego se iniciaron pláticas para finiquitar lo que Grupo México había construido.

Expuso que esa negociación buscaba un acuerdo entre dos propuestas sobre el monto de la liquidación. Tanto el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) como la empresa rechazaban en principio la demanda del contrario.

López Obrador sugirió que el cambio de postura de Grupo México puede obedecer al reclamo que él hizo en una conferencia, que involucraba al consorcio.

“Había una mezcolanza, una asociación, a veces delictuosa, entre lo público y lo privado. Comenté aquí sobre el agua, de que estaba yo muy enojado –a lo mejor por eso fue la respuesta–, porque un funcionario de Conagua, que había otorgado un refrendo, una renovación para el uso de agua a Cananea, era ahora, después de eso, funcionario de Grupo México y que me parecía una burla.”