División de morenistas y sucesión “paralizan el Senado”

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La Jornada

El conflicto en Morena y la sucesión presidencial adelantada casi han provocado parálisis legislativa en el Senado, pues con sólo cuatro sesiones restantes, el periodo legislativo concluirá con un fuerte rezago de más de mil minutas, 100 nombramientos y diversas leyes pendientes, coincidieron legisladores de todas las fuerzas políticas.

Los senadores Citlalli Hernández Mora y José Narro (Morena) señalaron que a partir del distanciamiento entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el coordinador Ricardo Monreal, el trabajo legislativo se ha ido congelando y la productividad es mucho menor que en la Cámara de Diputados.

Integrantes de la oposición, entre ellos el panista Damián Zepeda y la priísta Claudia Anaya, coincidieron en que ha sido uno de los periodos más improductivos de la legislatura.

“En los primeros tres años, el Senado fue el centro del debate nacional político y legislativo. Tuvimos la posibilidad de ponernos de acuerdo y sacar reformas importantes, como la que dio vida a la Guardia Nacional, pero desde hace cerca de un año y particularmente en este periodo de sesiones, eso cambió radicalmente por el conflicto en el grupo de Morena entre el ala dura y la monrealista, que no han logrado superar e impactar en el trabajo legislativo”, resaltó Zepeda.

Agregó que hay más de 100 nombramientos de magistrados, consejeros e integrantes de organismos autónomos que no han logrado aprobarse, aunque incluso los candidatos hayan comparecido, porque en Morena no se ponen de acuerdo y no pasan porque se requiere mayoría calificada.

El otro asunto que ha impactado, añadió Zepeda, es el acuerdo de los coordinadores de todas las bancadas de cambiar los días de sesión, que eran martes y jueves, a martes y miércoles, a fin de que los legisladores puedan estar más tiempo en sus estados, pero ello dificulta el trabajo en comisiones.

Explicó que antes los miércoles se dedicaban a desahogar los asuntos en las comisiones, pero ahora se juntan con el día de sesión, en el que además hay siempre actos paralelos, algunos culturales, “y es una pachanga, con música que se escucha hasta el salón de sesiones, cuando la prioridad debe ser el trabajo legislativo”.

Narro hizo notar que el trabajo en el Senado se ha relajado en todos los grupos debido al adelanto de los tiempos electorales. “El tema de las corcholatas, aparte de las contradicciones que el propio coordinador Monreal ha generado, tiene medio fracturada a la bancada y paralizado al Senado”.

A su juicio, los presidentes del Senado y de la Junta de Coordinación Política deberán, dijo, asumir su responsabilidad y buscar acuerdos para que no ocurra lo mismo que en este periodo, en el que van a seguir pendientes reformas que la Suprema Corte ordenó concretar, como las leyes General de Aguas y la que regula el consumo de mariguana.

Sin embargo, aseveró, parece que el interés está en actos “para el lucimiento personal, como un parlamento con jóvenes de la Universidad de Zacatecas, que se llevó a cabo el viernes pasado y parece corresponder más a una estrategia de precampaña”.

La priísta Anaya comentó que las comisiones de trabajo sesionan poco y muchas reformas relevantes están congeladas, aunque hay excepciones, como las comisiones de Trabajo, Relaciones Exteriores y de Salud, entre otras. La asistencia a las sesiones del pleno no ha sido mayor de 75 de los 127 legisladores actuales.

En las comparecencias de integrantes del gabinete para la glosa presidencial, en octubre y noviembre, el salón de plenos estuvo casi vacío. Algunos, como el morenista Armando Guadiana, prefirieron ir al Mundial de futbol en Qatar.