Agencias
Pese a que sectores de la oposición piden acciones similares a las hechas en Argentina o Perú, el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró poco probable un golpe de Estado. Esto bajo el argumento de que cuenta con un 73 por ciento de aprobación e, incluso, recordó cómo se revirtió su desafuero ante las protestas populares que generó.
Tras burlarse de la tendencia #SiguesTúAMLO, señaló que “¿ese mensaje qué es lo que produce? Más apoyo. Cuando sale la guacamaya o la chacalaca disfrazada de guacamaya que dicen que estoy chocheando y que tengo no sé cuántas enfermedades. Pues sí, ¿ustedes creen que eso lo aplaude la gente? No, si nuestro pueblo es puro corazón”.
Posteriormente, recordó que fue desaforado en 2005, “pero el pueblo que es mucha pieza, que no se les olvide eso, sobre todo para los jóvenes, pues me defendió, me sacó adelante. Ya no se atrevieron a encarcelarme y me tuvieron que devolver la Jefatura de Gobierno porque hubieron movilizaciones muy grandes”.
Incluso señaló que Emilio Chuayffet, coordinador de los diputados priistas, criticó la decisión de revertir el desafuero diciendo que “se nos rajó Fox”. Así como mencionó que el fallecido general Clemente Vega, entonces secretario de la Defensa, le dijo que el Ejército sólo actuaría si se lo ordenaban por escrito pero, al ver el tamaño de las protestas, descartó hacerlo por completo.
“Ahora dice Fox que se arrepiente de haber dado marcha atrás. Es que no iba a poder, no iban a poder porque el pueblo es mucha pieza”, agregó el primer mandatario respecto a los comentarios que ha hecho el expresidente panista. Quien se sumó a las peticiones de quitar a López Obrador con amenazar para que “ponga sus barbas a remojar”.