Alfredo Martínez de Aguilar
El nombramiento del gobernador Salomón Jara Cruz como presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO) confirma, una vez más, que Oaxaca es mágico, hechicero e increíble.
En Oaxaca, la Gran Señora del Sur, reserva de la biodiversidad natural, cultural y espiritual de México, pluriétnica y pluricultural, la realidad es increíble y lo increíble se hace realidad cotidiana.
Al desentrañar los intríngulis del nombramiento de Salomón Jara como presidente de la CONAGO por su amigo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, hay una singular arista a destacar.
Arribar Salomón Jara Cruz a la dirigencia de la Conferencia Nacional de Gobernadores tiene un claro mensaje de futurismo político, al convertir a Oaxaca en arena de la sucesión presidencial.
Consumado y contumaz animal político, el presidente López Obrador continúa moviendo sus piezas en el gran ajedrez político de la sucesión presidencial con peones, alfiles, caballos y torres.
De esta manera, ha fortalecido nacionalmente al gobernador Salomón Jara Cruz al convertirle de caballo en torre para intentar consumar su golpe de mano, dando jaque mate a favor de su reina.
Para casi nadie es desconocido que uno de los amigos gobernadores de mayor confianza del presidente Andrés Manuel López Obrador es precisamente el mandatario estatal oaxaqueño.
Pocos desconocen, asimismo, que el gobernante oaxaqueño apoya el afecto y simpatía presidencial a favor de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas para el gobernador Salomón Jara, toda vez que la señorial Oaxaca, estado y capital, también es arena política de la disputa interna de las tribus de Morena.
Arrojar basura en El Llano, previo al acto en el que Héctor Sánchez López asumiría la promoción estatal a favor de Claudia Sheinbaum saboteó su nombramiento como Secretario de Gobierno.
Ello ocurrió, a pesar de que el consejero Independiente del Consejo de Administración de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) contaba con el aval y la recomendación presidencial al Gobernador electo, Salomón Jara Cruz.
Sin embargo, Oaxaca, estado y capital, la Gran Señora del Sur, es al mismo tiempo arena política de las pugnas internas de las tribus de Morena a favor de las otras “corcholatas” presidenciales.
Es de resaltar el alineamiento de diputados locales y federales de Morena en Oaxaca, en respaldo a Marcelo Ebrard para ser nombrado como Coordinador Nacional de la Defensa de la Cuarta Transformación.
Al apoyar la candidatura del canciller a la Presidencia de la República, los legisladores locales y federales pidieron piso parejo para todos los que participan en el proceso interno de Morena.
Los diputados morenistas demandaron que en la encuesta y previo a ella, los procedimientos se realicen con apego a los principios de Morena, con reglas claras, certeza y transparencia.
Algunos legisladores federales oaxaqueños han sido designados como delegados territoriales en otros estados de la República Mexicana para apoyar la aspiración presidencial de Marcelo Ebrard.
Los “marcelitos” integran la Sosa Nostra, dirigida por el diputado Horacio Sosa Villavicencio y su hermano Flavio, dirigente de Comuna, quienes apoyaron la aspiración a gobernadora de la senadora Susana Harp.
Otros “marcelitos” son los diputados locales, César Mateo Benítez, Concepción Rueda Gómez y Melina Hernández Sosa, y los diputados federales, Ángel Domínguez, Carol Antonio Altamirano, Daniel Gutiérrez, Rosalinda Domínguez Flores y Carmen Bautista.
@efektoaguila