La Jornada
En un tenso debate en la Asamblea Nacional de Francia, el gobierno de la primera ministra, Élisabeth Borne, superó las dos mociones de censura que habían presentado los partidos de oposición para paralizar la reforma del sistema público de pensiones impulsada por el presidente del país, Emmanuel Macron, según se informó desde la retransmisión en directo de la sesión parlamentaria por parte de France 24.
Esto significa que sigue adelante el plan para aumentar la edad de jubilación de los 62 a los 64, aumentar un año de cotización, de los 42 a los 43, y suprimir privilegios laborales de una serie de colectivos del aparato público. Una de las dos mociones de censura fue rechazado por una diferencia mínima, sólo nueve votos.
Una serie de diputados franceses aglutinados en torno al grupo Liot presentaron el pasado viernes una moción de censura “transpartidista” con el objetivo de sumar al mayor número de parlamentarios y grupos políticos. El objetivo era censurar al gobierno de Borne, hacerlo caer y así suspender el proceso de la reforma de las pensiones.
A esta iniciativa se sumaron de inmediato los grupos de la izquierda, encabezados por la Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, además de otros partidos que se sumaron con el único fin de parar la ley, como la extrema derecha de Marine Le Pen.
La clave de la votación estaba en los 61 diputados del partido conservador Los Republicanos, que han apoyado a Macron y a su partido en las votaciones más importantes de la legislatura. Y en esta ocasión, aunque algunos de ellos se sumaron a la moción de censura, finalmente la mayoría no lo hizo. La mayoría absoluta está en los 287 diputados (normalmente son 289, pero actualmente hay dos escaños vacantes), y la moción “transpartidista” logró 278.
El líder de Los Republicanos, Olivier Marleix, no sólo defendió el apoyo a Macron sino que además se dijo coautor de la reforma: “Asumimos haber participado en esta reforma, así que no nos asociaremos a aquellos que están bajo el slogan romperlo todo o la revolución”, aseguró durante el acalorado debate.
En el que además se escucharon numerosas y duras críticas al gobierno de Macron, como la de la diputada Mathilde Panot, que señaló a Macron de estar al frente de un “gobierno que está ya muerto”, afirmó durante la sesión que transmitieron en vivo varias televisiones francesas, entre ellas France 24.
Mientras se sucedía la votación en la Asamblea Nacional, la tensión persistía en las calles, con más movilizaciones espontáneas por parte de ciudadanos indignados y jóvenes estudiantes, además de las convocatorias de más protestas por parte de los sindicatos, entre ellas la huelga general del próximo jueves.