Aún sin solución, las pilas de basura en las calles de la capital de Oaxaca

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La Jornada

Una de las crisis más recientes en cuanto a la disposición final de la basura tuvo lugar en Oaxaca, declarada patrimonio cultural de la humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Desde el pasado 8 de octubre, la ciudad enfrenta graves dificultades por la acumulación de desechos en sus calles debido al cierre del relleno sanitario de la ciudad, ubicado en la colonia González Guardado, de Villa de Zaachila, el cual operaba desde hace 20 años. Esto provocó la inconformidad de la ciudadanía y de los trabajadores de limpia.

Para atender este problema, la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (Catem) habilitó en octubre pasado un basurero a cielo abierto en la ribera del río Atoyac, lo cual está prohibido por la normatividad en la materia, pero que ha contado con la anuencia de las autoridades municipales y estatales, que nada han hecho para quitarlo o sancionar a sus operadores.

Incluso, recientemente hubo un incendio en ese vertedero, lo que obligó al desalojo de las escuelas de la zona ante los gases tóxicos emanados de la quema de los desechos sólidos.

En julio de 2022, vecinos de la agencia municipal Vicente Guerrero, acordaron cerrar el tiradero de Zaachila con el argumento de que la vida útil había concluido y generaba contaminación en perjuicio de los pobladores. Sin embargo, no había un espacio que lo sustituyera.

Autoridades municipales y estatales trabajan desde entonces en distintos proyectos para establecer un nuevo sitio de disposición final de desperdicios, pero hasta ahora ninguno se ha concretado, lo que afecta a miles de ciudadanos de 24 ayuntamientos conurbados a la capital del estado.

El presidente municipal morenista Francisco Martínez Neri, recientemente dio a conocer que su administración ha invertido más de 30 millones de pesos en la contratación de góndolas para el transporte de desechos a basureros situados fuera de la entidad; sin embargo, se negó a informar a dónde se llevan los residuos para evitar crear conflictos en los estados vecinos.

Si bien el ayuntamiento capitalino reinició el servicio de recolección de basura, implementando dos días a la semana para levantar residuos orgánicos y cinco para inorgánicos, aún hay ciudadanos que acusan la falta de atención en sus colonias. Por ese motivo, los colonos arrojan o dejan sus desechos en diferentes puntos de la ciudad, una de ellos es la calle Ignacio Zaragoza, en el centro histórico de la ciudad, sin que ninguna autoridad haga algo al respecto.

La secretaria estatal de Medio Ambiente, Biodiversidad, Energías y Sostenibilidad, Karime Unda Harp, informó que la dependencia trabaja en un centro integral que contará con tecnologías, maquinaria y procesos para aprovechar los desechos, el cual cumplirá con todas las disposiciones vigentes en la materia.

El gobernador morenista Salomón Jara informó el 5 de diciembre que dio órdenes directas a Jesús Romero, secretario de Gobierno, para que se resolviera esta situación en un lapso de 40 días; es decir, a mediados del mes de enero, sin embargo a cuatro meses de iniciada su administración no ha sido solucionado.