La celebración del Día del Padre en México representa una oportunidad desde el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Oaxaca de hacer visibles a los hombres que eligen desempeñar este rol social dentro del núcleo familiar de manera responsable, en su convivencia y acompañamiento en el crecimiento de sus hijas e hijos.
Asimismo, plantea la necesidad de resignificarlo, debido a que también tiene una carga negativa la ausencia de los padres para involucrarse en las actividades diarias y económicas en igualdad de condiciones frente a las mujeres.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Inegi, en México hay 44.9 millones de hombres de 15 años y más, de ellos, 21.2 millones (46.9%) se identificaron como padres de al menos una hija o un hijo que reside en la misma vivienda.
El rango de edad de estos padres es de 30 a 39 años (25%) y 40 a 49 años (26%), lo que representa más de la mitad (51%) de esos padres.
De esta cifra, 93.5% de los padres de familia identificados en la vivienda se encuentran casados o en unión libre, 5.9% declararon haber estado alguna vez unidos, pero en la actualidad están separados, divorciados o viudos; mientras que sólo 0.5% son padres solteros.
En este sentido, el Sistema DIF Oaxaca también destaca el replanteamiento de uno de los estereotipos sociales que durante muchos años se les han asignado, el cual se centra en que su responsabilidad se cumple al ser proveedores en el hogar, dejando de lado su involucramiento en la corresponsabilidad de cuidados y trabajos dentro de la dinámica familiar, que va desde el juego hasta el aseo de la vivienda.
Sin embargo, lo mencionado comienza a cambiar con el ejercicio de la paternidad responsable, la cual implica su involucramiento activo no solo en la provisión de recursos económicos sino también en la crianza y la vida cotidiana de sus hijas e hijos.
La corresponsabilidad del cuidado es un paso fundamental para lograr una sociedad más justa, así lo sustenta el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) del Sistema de las Naciones Unidas.
Toda vez que la vinculación en la crianza y la distribución equitativa de las tareas de cuidado de los padres y madres no solo propicia un buen desarrollo biológico y psicosocial de sus hijas e hijos, sino también impacta en el acceso a oportunidades de desarrollo de todo el hogar.
Cuando las responsabilidades son compartidas, se abren posibilidades para realizar otras acciones que aumenten el bienestar, desarrollo de capacidades, actividades remuneradas y de recreación.
Actualmente existe una brecha generacional en el correcto ejercicio de la paternidad responsable, sin embargo, la promoción de la crianza respetuosa y la implementación de acciones y programas que antepongan el Interés Superior de la Niñez y Adolescencia será crucial para ofrecer entornos saludables para las personas en desarrollo.
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