Francisco Alejandro Leyva Aguilar
Como lo escribí, ayer rebasamos los 160 mil asesinatos en México, llegamos a la macabra cifra de CIENTO SESENTA MIL CUATRO HOMICIDIOS y el peje, en vez de aceptar que su estrategia de “abrazos no balazos”, que más que una estrategia o una política pública es una ocurrencia y de implementar una nueva que de resultados, se pone a hablar y a pedir que se investiguen los contratos que ha recibido la empresa de Xóchitl Gálvez que se ha convertido en su némesis.
Los muertos de ayer fueron 7 en Baja California, 3 en Colima, 1 en Chiapas, 6 en Chihuahua, 1 en Ciudad de México, 10 en Guanajuato, 2 en Guerrero, 1 en Hidalgo, 6 en Jalisco, 12 en el Estado de México, 3 en Michoacán, 2 en Morelos, 6 en Nuevo León, 2 en Puebla, 2 en Quintana Roo, 2 en Sinaloa, 4 en Sonora, 1 en Tabasco 3 en Veracruz 4 en Zacatecas para una cifra solo ayer de 78 asesinados, DIEZ Y SEIS MIL DOS, en lo que va de 2023.
Los problemas le están brincando por todo el país al peje por que no ha querido implementar una estrategia de inteligencia y contención de los grupos del crimen organizado que se han adueñado de los estados, de sus vías de comunicación, de zonas completas donde ni siquiera hay presencia de la Guardia Nacional o de policías locales o municipales. No existe una coordinación nacional que ponga a los sectores de seguridad a unificar criterios para combatir al crimen, lo que hace parecer que hay complicidad entre el Gobierno Federal y los malandros organizados y no tan organizados.
La violencia es tal, que ya rebasó a todas las fuerzas policiales y de resguardo de la seguridad de los ciudadanos que temen estar un día a la hora, en el momento y lugar equivocados, como muchas de las víctimas colaterales que nada tienen que ver con la lucha entre carteles, incluso infantes que han sido asesinados cruelmente.
Preocupa el cinismo del peje cuando dice “vamos bien”, porque eso nos habla de dos cosas que pueden incluso, ser coyunturales: o que la vale madre lo que pasa en el país, o que lo permite a propósito, porque lo que le preocupa es justamente que la gente no se sienta segura dado que ya estamos a poco menos de un año de la contienda electoral para elegir al nuevo jefe o jefa del Ejecutivo Federal y, el miedo es un buen aliado de Andrés porque inhibe la votación y a menos votación, más posibilidades para su corcholata.
Por eso en su mañanera no toca esos temas, ni tampoco otros tan sensibles como la falta de mantenimiento en las carreteras, puentes y túneles de México o las plataformas de Pemex donde murieron al menos dos personas o la falta de mantenimiento en los nosocomios del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde apenas murió atrapada una niña en un elevador, mucho menos va a hablar del desabasto en medicamentos, oncológicos, vacunas y servicios médicos que, muy lejos de estar como en Dinamarca, han mermado hasta en un 30 por ciento los servicios de salud a los más necesitados.
También por eso centra sus baterías en su némesis Xóchitl Gálvez. Su última muestra de cinismo, la tuvo ayer justamente cuando pidió en la mañanera que investigaran a la empresa de la Senadora Hidalguense porque tuvo contratos en los sexenio de Vicente Fox y Felipe Calderón y ella reviró diciendo que hasta en su gobierno ha tenido contratos, porque su empresa es de calidad, además le dijo QUE SU EMPRESA QUE ES HONESTA, FIRMA CONTRATOS Y RECIBE TRANSFERENCIAS, NO RECIBE DINERO EN SOBRES AMARILLOS COMO SUS HERMANOS.
Puedo decir sin temor a equivocarme y además ya solicité la información al INAI, que la empresa de Xóchitl Gálvez tiene en el mercado al menos unos 30 años de existencia y como ella bien lo dijo, firma contratos que son públicos y no adjudicaciones directas, pero además hay cifras: con el gobierno actual ha recibido contratos al menos 9 millones de pesos, pero eso no se compara con los contratos con, por ejemplo, el periódico la Jornada a quien ya le tocaron en este sexenio 900 millones de pesos, o el hijo del impresentable Manuel Bartlett por 424 millones de pesos, o lo amigos de su hijo Andrés López Beltrán por más de 100 millones de pesos o de su prima Felipa Obrador por NOVECIENTOS CUATRO MILLONES DE PESOS y muchos de esos contratos, son adjudicaciones directas, no concursos.
Por eso no sé cómo se atreve a retar a la Senadora Xóchitl que un día sí y otro también, se monta al huracán y como Pecos Bill, lo deja convertido en suave brisa. Hace mal el peje en poner en el mismo canasto de corrupción a la Senadora, porque simplemente a ella no le van a encontrar absolutamente nada, ni siquiera acusándola de PANISTA, porque no lo es.
Es plausible lo que dice Xóchitl Gálvez cuando le recomienda a un peje iracundo y fuera de sus casillas que se ponga a trabajar, que tiene un país qué gobernar, un país por cierto que se le está cayendo a pedazos y que no tiene ni la más remota idea de cómo controlar.
Hay algo que el peje no midió cuando decidió negarle el acceso a Xóchitl a la mañanera: él no sabía que la Senadora ES PUEBLO y el PUEBLO ES SABIO, Xóchitl con su sencillez y su frescura se lo demuestra TODOS LOS DÍAS, así que le convendría ¡CERRAR EL PICO, CHACHALACA!.
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