DETRÁS DE LA NOTICIA: Transparenta “limpia” en Oaxaca complicidades con la delincuencia

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Alfredo Martínez de Aguilar

En gobiernos que no respetan la Ley en México, de poco sirve tener garantizados constitucional y en tratados internacionales los derechos humanos fundamentales a la información, a saber y a la verdad.

 

La rendición de cuentas y la transparencia que dan calidad a gobiernos democráticos, son nugatorios en México, porque vivimos en un Estado de Derecho relativo, toda vez que no es plenamente democrático.

 

Sin embargo, la terca realidad que finalmente termina por imponerse revela en toda su cruel crudeza que de facto o de iure la verdad real no puede permanecer oculta siempre por más que se maquille.

 

Ante los “otros datos” de los diversos órdenes de gobierno sobre la orgía de sangre que ahoga a México, la “limpia” de la plaza de Oaxaca transparenta las complicidades con el crimen organizado, salvo excepciones.

 

Sin hacer apología del delito para no incomodar a las buenas conciencias que se dan baños de pureza en el sanitario y a los políticamente correctos, la delincuencia presta el servicio de exhibir a los mañosos.

 

Este es un aspecto hasta ahora poco observado de la cada vez más brutal violencia en México y Oaxaca que, a querer o no, guste o no, vivimos y sufrimos de manera cotidiana a todas horas en el día a día.

 

De ninguna manera es una aberración hacer este juicio ni mucho menos hacer periodismo tremendista por alarmista. Es simplemente resultado del análisis de los hechos de la realidad a la vista de todos.

 

No podemos ni debemos admirar el mal, porque sienta un precedente sumamente nefasto como mal ejemplo, pero tampoco podemos dejar de reconocer el impacto social negativo de sus acciones.

 

Lo que no hacen las fuerzas armadas, Guardia Nacional, policía preventiva y ministerial para transparentar las redes de complicidad con la delincuencia organizada lo hace esta con su “limpia”.

 

Para ningún elemento de las fuerzas armadas, Guardia Nacional, corporaciones policíacas, federales, estatales y municipales, menos para sus jefes, es desconocido quienes son malandros y dónde están.

 

Los asesinatos con el modus operandi de ejecuciones por parejas en motocicleta, importado de Colombia, confirma la vida y obra de los ejecutados, algunos con hasta 30 ingresos a la cárcel.

 

Sin la complicidad de las autoridades en el mundo no hay cárteles del narcotráfico ni crimen organizado. El enorme poder corruptor de estos corrompe a los gobernantes, políticos, funcionarios y empresarios.

 

La anarquía resultante de la falta de respeto a la Ley y de hacerla respetar garantiza total impunidad en materia de corrupción, al convertirse en la principal fuente de riqueza mal habida en México y Oaxaca.

 

El baño de sangre por la disputa de la nueva venta de la plaza de Oaxaca seguirá con ejecuciones a plena luz del día, levantones, secuestros y desapariciones, en las diversas regiones de la entidad oaxaqueña.

 

alfredo_daguilar@hotmail.com

director@revista-mujeres.com

@efektoaguila