Alfredo Martínez de Aguilar
La escandalosa desbandada nacional en el PRI amenaza agravarse en Oaxaca con la rebelión de los grupos y de los propios trabajadores a los que Carmela Ricárdez roba el salario, acosa y explota.
La causa, razón y motivo de la división y enfrentamiento entre los cada vez menos priistas es la imposición de Carmela Ricárdez, al prosperar sus intrigas contra Javier Villacaña y Alejandro Avilés.
Pero el creciente descontento no solo es denominador común, al invadir a los integrantes del grupo político de los últimos ex dirigentes, sino incluso de numerosos muratistas “químicamente puros”.
Irma Piñeyro Arias, Germán Espinosa Santibáñez e, incluso, Ivette Morán Rodríguez, esposa del ex gobernador Alejandro Murat, levantaron la voz para protestar por la ilegal imposición de Carmela.
A la abierta violación a los estatutos del PRI, que la convierten en dirigente espuria por ilegítima, se suma el abandono de los priistas a Carmela, convirtiéndose en la Gran Solitaria de Santa Rosa.
Está verdaderamente enloquecida por la soberbia y su desmedida ambición por saquear los recursos económicos del Comité Directivo Estatal del PRI no tiene límite ni llenadera alguna.
“Es sumamente ambiciosa y malagradecida”, sintetizó ácidamente un ex dirigente estatal del PRI al comentar la primera parte de la columna publicada ayer, lo que pinta de cuerpo entero a Carmela.
Al mismo tiempo, precisó el expresidente del Comité Directivo Estatal del PRI que al frente de la CNOP recibía religiosamente de manera mensual 160 mil pesos, que nunca se reflejaron en trabajo.
Preocupante para los priistas es que Carmela traiciona a Xóchitl Gálvez, al desmantelar la estructura electoral del PRI y quedarse con el dinero destinado al indispensable trabajo de los operadores políticos.
Sin embargo, a pesar de robar el raquítico salario que ganan, acosar y explotar laboralmente a los trabajadores del CDE del PRI, Carmela les exige afiliar y hacer el trabajo de los operadores políticos sin tener experiencia.
Con su desmedida ambición sabotea en Oaxaca la alianza Fuerza y Corazón por México (FCMX), PRI, PAN, PRD, y minimiza el esfuerzo y trabajo ciudadano de las organizaciones de la sociedad civil.
Por tal motivo, los priistas preocupados por las acciones entreguistas de Carmela a Morena, hicieron un vehemente llamado a Xóchitl Gálvez, a urgir a Alito Moreno a meter al redil a la dirigente espuria.
La mayor prueba de su traición para evitar la detención de exfuncionarios priistas corruptos, negarse a firmar y presentar al INE denuncias por actos anticipados de campaña contra los aspirantes de Morena en Oaxaca.
Por su entreguismo a Morena retiró a los representantes electorales del PRI en el Consejo Estatal del ex FAM, Orlando Acevedo y Edwin Vásquez, que documentaban los actos anticipados de campaña de los aspirantes de Morena.
Además, ha corrido a priistas valiosos por su experiencia y se ha rodeado de militantes incongruentes que venden sus servicios de consultoría a otros partidos políticos, incluyendo a Morena.
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