Alfredo Martínez de Aguilar
El enfrentamiento de policías municipales con gas lacrimógeno con vendedores de pirotecnia, en inmediaciones de la Central de Abasto, con saldo de siete heridos, es un asunto muy peligroso.
La violencia ocurrió cuando los policías trataron de impedir la instalación en un camellón de la avenida central de puestos con pirotecnia sin permiso de ubicación y mercancía prohibida.
La causa del fallido operativo comprende la posible ineptitud por improvisación, mala leche por corrupción o bien, traiciones y venganzas en y contra la Policía Municipal de Oaxaca de Juárez.
Sin embargo, supuestamente no son improvisados el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal, Raúl Ávila Ibarra, y el comandante Taurino López, Subdirector de la Policía de Proximidad Social.
A pesar de la presunta experiencia de ambos jefes policíacos y tratándose de un delito federal extrañamente, no solicitaron apoyo de la Policía Estatal y de la Agencia de Investigación Criminal de la FGR.
En el abanico de posibilidades también pudiera tratarse de traiciones de los mandos de la Policía Municipal con el Alcalde Francisco Martínez Neri o de venganza de las otras corporaciones al dejarles solos.
Llama la atención que “haiga sido como haiga sido”, el operativo por segundo día consecutivo, haya puesto de manifiesto una serie de irregularidades de logística y se haya salido de control.
No hay que pasar por alto, desde luego, la alta carga política que puede tener el fallido operativo, toda vez que de provocar la Policía Municipal uno o más muertos traería la caída del munícipe.
Estos probables escenarios no son nada descartables como resultado de la guerra sucia y del fuego amigo contra el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, quien busca la reelección en el cargo.
No obstante todos estos escenarios posibles, corresponderá a las autoridades ministeriales de la Fiscalía General del Estado escudriñar a fondo en cada una de las diversas líneas de investigación.
Los vendedores de pirotecnia instalados en el Periférico de la zona dela Central de Abasto lograron escapar cuando iban a ser detenidos entre jalones, manotazos y golpes a policías municipales.
Tras el enfrentamiento con policías municipales y de robar un cargador y un arma, los vendedores de pirotecnia bloquearon periférico y se reinstalaron. Denuncian irregularidades en operativos y agresión con armas de fuego.
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