Dentro de las piezas fundamentales de vestimenta de uso diario se encuentra el uso de un buen calzado, el cual no solo es cuestión de combinación o estética, este también influye directamente en el confort del pie y el correcto funcionamiento de las articulaciones, columna vertebral, cuello y el bienestar en general.
De acuerdo con el médico ortopedista del Hospital General de Zona No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Oaxaca, Miguel Ángel Sosa García, muchas personas desconocen sus padecimientos de articulaciones o columna hasta que acuden a consulta, los cuales pueden corregirse al elegir un buen calzado o con plantillas específicas, sin embargo, estos deben ser recomendados por un especialista.
Resaltó que, a la hora de adquirir zapatos se debe tener en cuenta el material, forma, número y altura. En cuanto al material, se recomienda que sea transpirable para evitar la humedad producida por la sudoración y no padecer por rozaduras y hongos.
La suela del zapato debe ser tamaño mediano, para que el peso del cuerpo se distribuya de manera correcta, estar formada por un material blando y flexible para amortiguar posibles espolones y callos en la planta del pie. Se debe elegir con un centímetro de diferencia desde la punta del dedo gordo del pie hasta la punta del zapato y el talón debe estar reforzado con el contrafuerte para darle mayor estabilidad.
En calzados para niños, se debe tener en cuenta que los huesos apenas están creciendo y formándose, por ello es de suma importancia que usen el calzado correcto para evitar deformaciones de los pies y de las patologías del aparato locomotor y circulatorio. Se debe tener en cuenta también observar la postura y el caminar de sus pequeños, pues en la infancia es el momento ideal para corregir algunos problemas de los pies planos, con exceso de arco e incluso con la desviación lateral del talón.
El médico ortopedista del IMSS subrayó que en caso de presentar alguna anomalía, lo recomendable es acudir con su médico especialista quien valorara y recomendará el tratamiento adecuado, y no utilizar plantillas sin conocer antes su padecimiento, pues lejos de corregirlo puede aumentar el riesgo de lesión por sobrecarga.