Los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) fomentan la lactancia materna a través de información, consejos y capacitaciones para brindar la confianza que necesitan las nuevas mamás y papás para alimentar a sus bebés de forma óptima.
También, recomienda evitar prácticas alimentarias y de atención que puedan perturbar el proceso, sin dejar de respetar las circunstancias y decisiones personales de cada mujer.
La lactancia materna brinda beneficios para la salud como: menos enfermedades respiratorias y molestias digestivas e intestinales, previene alergias, obesidad, asimismo, ayuda a combatir bacterias e infecciones. Las niñas y niños que son amamantados tienen un mejor desarrollo sensorial y cognitivo.
Durante la primera infancia, ha quedado demostrado en múltiples estudios que la leche materna es esencial para una óptima nutrición, junto con la estimulación y la atención en la crianza, refuerzan el desarrollo cerebral de la población infantil y ejercen efectos positivos durante el resto de sus vidas.
Los aportes de esta práctica se extienden a las madres. Se estima que las mujeres que amamantan de 6 a 24 meses durante su vida reproductiva pueden reducir el riesgo del cáncer de seno entre el 11 y el 25 por ciento, incluso ayuda a espaciar los embarazos y disminuye el riesgo de cáncer de ovario.
Además, la succión del pecho hace que el útero se retraiga más rápido después del parto, lo cual evita dolores y reduce las probabilidades de depresión posparto, aunado a fortalecer el vínculo con las niñas y niños.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) es recomendable que la lactancia materna sea exclusiva durante los primeros 6 meses de vida, debido a que cubre las necesidades nutricionales para su adecuado crecimiento y desarrollo físico.
También, es indispensable que después de los 6 meses de edad, se incorporen otros alimentos a la dieta, sin dejar la lactancia materna.
La OMS recomienda el calostro (la leche amarillenta y espesa que se produce al final del embarazo) como el alimento perfecto para la y el recién nacido y su administración debe comenzar en la primera hora de vida.
Finalmente, la dependencia explicó que la mayoría de los problemas de lactancia se deben a problemas en la técnica de amamantar, bien por una posición inadecuada, un agarre incorrecto o una combinación de ambos, por lo que exhorta a las mujeres embarazadas y a quienes ya dieron a luz a acercarse a los centros de salud para tener un asesoramiento correcto, romper mitos y lograr que esta práctica se desarrolle de forma natural, en beneficio de las nuevas generaciones.