Claudia Galguera
Más allá de lo que representa votar para una mujer cuando apenas hace 69 años se nos “permitió” ejercer este derecho, debemos votar porque en principio, según los últimos datos del INE con corte en febrero de este año, somos en México el 51.92 % en el listado nominal, en concreto somos las mujeres quienes decidimos el rumbo de este país.
¿Qué vamos a elegir este próximo 2 de junio?
Vamos a elegirlo todo, vamos a elegir la presidencia de la república mexicana, diputaciones federales y locales, senadurías, gubernaturas, alcaldías; en resumen renovamos nuestras posiciones de gobierno. Esto nos atañe a todos y más a las mujeres por ser mayoría.
¿Y qué hay de fondo en esto de ser mujer, ser mayoría y definir elecciones?
Que la consciencia está en nosotras en definir los rumbos de una nación entera, que aquello que decidamos en la boleta electoral, será lo que definirá los destinos de nuestras hijas e hijos, nuestros jóvenes, nuestros adultos mayores. Seremos quienes elegiremos lo que da respuesta a las necesidades que el mundo tiene, un mundo que por cierto, crece a pasos agigantados, y que tenemos que ir a ese ritmo como nación, desde el respeto a nuestro medio ambiente, hasta la adopción de tecnologías de vanguardia que nos potencialicen como el gran país que somos.
Es mucho sobre nuestros hombros, pero eso lamentablemente no es nuevo, siempre hemos cargado con grandes retos, las mujeres de México somos esas artífices ocultas o veladas que participamos históricamente en la construcción de esta nación, y en la actualidad no es la excepción.
Esta elección además, también es histórica, pues dos mujeres van en la boleta presidencial, y por primera vez la juventud, aquella olvidada por los gobiernos, será representada por un hombre en un candidato presidencial.
La decisión la tenemos nosotras, si y sólo si, ejercemos nuestro derecho a VOTAR, ese que le costó lograr a muchas mujeres en el pasado, hagámoslo por esas mujeres de 1955 que votaron por primera vez, por las actuales que necesitan caminar seguras por las calles cuando salen del trabajo, por aquellas que toman el transporte público a las 5 am, por las otras que buscan trabajo desesperadamente para alimentar a sus hijos, por las que buscan un refugio por ser violentadas por sus parejas, por las que tienen ilusiones, por las que ya no, por todas, este 2 de junio tenemos en nuestras manos a ese México que tanto soñamos.